Visto para sentencia. Después de dos sesiones ayer llegó a su fin en la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra, especializada en violencia de género, el juicio contra A.M.R, acusado de intentar matar a su mujer en un accidente que el propio procesado habría provocado en la ahora Autovía do Morrazo el día 14 de junio de 2018. “Vamos a morir los dos”, aseguró su mujer que le dijo en la primera jornada del juicio.
En la de ayer se escucharon las declaraciones de varios agentes de la Guardia Civil,tanto de Tráfico como de las Unidades de Seguridad Ciudadana, que elaboraron los atestados referidos a este suceso. El primero fue un agente de Tráfico que explicó cómo dieron aviso de lo sucedido a sus compañeros de la Policía Judicial tras comprobar que el siniestro no parecía tal, sino que era más bien un asunto penal. Tanto él como el resto de los agentes concluyen en sus informes que el choque de la furgoneta que conducía el acusado contra un Peugeot 205 que circulaba por la autovía fue intencionado: “No lo entendimos como un accidente”, declaró.
Llegan a esta conclusión en función de los testimonios recogidos en el lugar del suceso, especialmente el de la víctima, la mujer del acusado con quien estaba en trámites de separación, y quien reveló a todos los agentes la misma versión de lo sucedido: Su marido le insistía en preguntarle si le había sido infiel, discutieron y le anunció la intención de quitar la vida a ambos colisionando contra un camión. Ella intentó avisar al 112 por teléfono, momento en el que el acusado habría acelerado y se estampó contra un vehículo que circulaba delante con la intención de matarla. Luego, el acusado se intentó suicidar saltando la mediana y arrojándose contra otro vehículo, un Peugeot 205 en el que viajaba un varón. La misma versión que la mujer relató al tribunal en la primera sesión del juicio.
Los agentes también explicaron al tribunal que no había ningún tipo de marca de frenada previa al choque y que todas las huellas son “postimpacto”. Aunque no supieron señalar la velocidad a la que se acercó la furgoneta en la que viajaba el matrimonio, creen que era elevada, dado que “desplazó al otro vehículo 105 metros”. El conductor de este coche también vio venir a la furgoneta a gran velocidad por lo que aceleró para “mitigar el impacto”. Otro detalle que aportaron los agentes es que el choque fue de la parte delantera derecha de la furgoneta (en la que viajaba la mujer como copiloto) contra la parte trasera del vehículo.
Creen que las consecuencias del accidente pudieron ser mucho más graves: “Pudo ser peor, si llega a haber personas atrás en el Peugeot 205 le aseguro que no salen con vida”, señaló uno de los agentes.
El fiscal mantiene su petición de 14 años de prisión pero plantea una calificación alternativa
El juicio finalizó ayer con la presentación de las partes de sus informes definitivos. Una vez planteada la prueba en el juicio, la Fiscalía anunció que mantiene su petición de condena inicial para el acusado y que incluye penas que suman 14 años de prisión. Concretamente, el Ministerio Público reclama una condena de 8 años de cárcel por una tentativa de homicidio en la persona de su mujer y otros seis años por la tentativa de homicidio del conductor del turismo contra el que colisionó. No obstante, el fiscal planteó al tribunal la posibilidad de una pena alternativa si así lo consideraban las magistradas de la Sección Cuarta, que es mantener la tentativa de homicidio en el caso de la mujer pero rebajar la calificación a un delito de lesiones con instrumento peligroso en el caso del conductor del segundo vehículo que se castigaría con tres años de prisión. La defensa pide la libre absolución dado que el acusado insiste en que el choque fue un “accidente”.
