El Concello de Moaña prosigue en su trabajo de reducción de la deuda municipal que en su día llegó a poner a la administración local en riesgo incluso de intervención por parte del Ministerio de Hacienda. El informe trimestral de la interventora concluye que solo desde el mes de junio la deuda de Moaña se redujo en 272.519,53 euros. Esto implica una reducción de los números rojos de 9.848.459,86 euros desde el año 2015, lo que supone un 75% del dinero que se debía entonces.

En estos momentos las cuentas municipales consiguieron rebasar otra cifra psicológica al deber ya menos de 3,5 millones de euros. En concreto los números rojos se sitúan en 3.385.400,31 euros, con lo que, si se mantiene la progresión, es cuestión de tiempo que el Concello de Moaña pase a estar completamente saneado, después de décadas acumulando cada vez más deudas.

El concejal de Facenda, Aldán Santamarina, insiste en que esta mejoría financiera del Concello se debe a un lustro de “políticas económicas rigurosas y ordenadas”. Alega que el pago de estas obligaciones “supone una pesada carga” pero que ello no impide al bipartito incrementar el llamado gasto social, que en los presupuestos de 2020 sumó un total de 1,6 millones de euros. Sobre las inversiones directas, Santamarina alega que también se incrementan paulatinamente año tras año y se sitúan ya en los 1,2 millones de euros.

Por apartados, desde 2015 las facturas pendientes de pago con empresas proveedoras se redujeron en más de 2,1 millones de euros. Además, el Concello ya no cuenta con ninguna factura pendiente de reconocer y de aplicar a los presupuestos. En los últimos años afrontó obligaciones de este tipo por un importe de 913.589 euros que se correspondían con trabajos encargados en los años 2012, 2013 y 2014.

En cuanto a la deuda viva con entidades bancarias, sigue siendo todavía la principal causa de los números rojos del Concello, pero se redujeron en cerca de 4 millones de euros y la intención del bipartito es no deber nada a los bancos en el año 2024, cuando se salde el mayor de los préstamos concertados. El primero se saldó en 2019 y el segundo deberá quedar liquidado en el año 2022.

Con la deuda ante la Seguridad Social también completamente finiquitada desde hace años, quedaría también el dinero que se le debe a la Mancomunidade do Morrazo, pese a que ya se redujo en más de 2,4 millones de euros. En este caso, si se cumple con todos los plazos de los planes de pagos acordados, en 2024 Moaña tampoco debería nada a través del órgano comarcal y ese año pasaría a tener números verdes de nuevo.

Por otro lado, el informe trimestral de Intervención refleja que el pago a proveedores se está realizando en solo 2,37 días, muy por debajo de la exigencia legal de 30 días desde que se emite la factura. El concejal de Facenda pone en valor la importancia de pagar puntualmente a las empresas locales que trabajan para el Concello “al estar en un momento muy duro por la crisis económica derivada de la pandemia de Covid-19”.

Precisamente en relación con la crisis sanitaria, Santamarina recuerda que los buenos datos económicos permitieron al Concello cumplir con la Ley de Estabilidad Presupuestaria y destinar al programa social para afectados por la crisis económica el 20% del superávit del ejercicio 2019, lo que implicó una partida a mayores de 122.020,63 euros.

En estos momentos el bipartito trabaja en la redacción de los presupuestos de 2021, los primeros que recogerán las consecuencias económicas del año de crisis sanitaria. Por la situación de emergencia de momento solo se pudo desarrollar un consello veciñal para recoger las demandas del tejido asociativo. Fue el de San Martiño. La intención es celebrar el resto de reuniones con asociaciones de barrios y parroquias de forma telemática.