La carrera para que la Asociación de Séptima Lista Robaleira de Bueu tenga un nuevo pantalán en el muelle buenense afronta su recta final. El colectivo que preside Luis Gómez espera el visto bueno de Portos de Galicia después de haberle remitido en las últimas semanas el proyecto de las instalaciones, corregido de acuerdo con las directrices marcadas desde el propio ente autonómico. El cronograma que se marca en Robaleira es el de poder contar con todos los permisos antes de Carnavales y así poder afrontar un montaje que no debería de llevar más de un mes.

Tras varias reuniones con los socios que solicitaron poder contar con plaza en el nuevo pantalán, la asociación celebró en el Centro Social do Mar un sorteo para adjudicar los 69 amarres de los que dispondrá la infraestructura. La demanda ha sido notable, ya que además de los 69 elegidos otras 40 personas quedaron anotadas en lista de espera por si se produjese alguna renuncia. Los afortunados tuvieron un plazo de dos días para abonar a modo de reserva el diez por ciento del valor de su plaza.

Con los amarres ya repartidos falta ahora que Portos oficialice su visto bueno. Desde Robaleira apuntan que la documentación requerida se entregó hace aproximadamente un mes, si bien desconocen el tiempo que necesitará el ente para arreglar todos los trámites, y más aún con las variaciones en los tiempos que se han producido a causa del coronavirus. El proyecto definitivo deberá pasar posteriormente por un periodo de exposición pública en las diferentes instituciones afectadas, como Capitanía Marítima, Concello de Bueu y Consellería de Medio Ambiente, apuntan los rectores de la asociación con sede en Bueu.

El nuevo pantalán buenense de Séptima Lista ha sido impulsado por Robaleira y de hecho será construido con financiación propia, a través de las aportaciones de cada uno de los propietarios. El coste global es de 309.000 euros y contará con todos los adelantos tecnológicos en materia de servicios y seguridad. De este modo, se incluirán cámaras de vigilancia de alta tecnología, iluminación y acceso a las instalaciones a través de un código, por considerarse una mejor opción que la tarjeta magnética. Asimismo se está estudiando la posibilidad de colocar un hidrante como medida preventiva en caso de que haya algún incendio.

El reparto de la medida de las plazas, que se ha ajustado en función de las solicitudes presentadas, supone que haya una única plaza para embarcaciones de diez metros de eslora, 17 plazas para barcos de ocho metros, cuatro plazas de siete metros, 31 plazas de seis metros y 16 plazas de cinco metros, distribuidas todas ellas a lo largo de un pantalán que alcanzaría aproximadamente los 109 metros de longitud y que iría situado en paralelo a la marina seca del puerto buenense.

Una instalación que se une a la de la escollera

El incremento de la demanda de amarres para las embarcaciones de séptima lista en Bueu ha ido acompañado de las gestiones de Robaleira para intentar conseguir unas instalaciones adecuadas para sus socios y los usuarios en general. Fruto de ellas el colectivo impulso la construcción en el año 2015 de un pantalán situado junto a la escollera, en el que se ofertaban 53 plazas. Fue el final feliz de dos largos años de tramitación en el que el colectivo llegó incluso a ofrecer la devolución a sus socios de las cantidades adelantadas, algo que estos declinaron, ya que la instalación se financió por los propios usuarios. Por entonces se quedaron sin plaza unas 70 personas, lo que subrayó la necesidad de aumentar el número de amarres. Es por ello que Robaleira ha impulsado este nuevo proyecto que dará servicio a 69 usuarios, a pesar de que nuevamente se quedarán fuera bastantes.