Vecinos de Cangas aseguran que los planes de movilidad del gobierno local están fomentando la desigualdad entre los vecinos. Recuerdan que los vecinos del entorno de la Casa da Cultura, entre O Forte y Rodeira, los barrios de Nazaret y los de Méndez Núñez cuentan con “normas especiales de estacionamiento en la vía pública, que les permite exclusivamente a ellos dejar a sus vehículos en la calle identificados con una tarjeta emitida por el Concello, privilegio que no tienen los del núcleo urbano de la villa de Cangas, como el barrio de O Costal, la calle San José, Eduardo Vincenti o Montero Ríos”.

Añaden que por parte del gobierno existe un afán por restringir el tráfico de automóviles turismo mismo para hacer paradas de carga y descarga para acercar a personas con movilidad reducida en sus domicilios o para dirigirse a sus garajes, colocando señales de prohibición y mobiliario urbano de piedra, que, “parece que lo regalan”.

“Todos los vecinos somos conscientes de la carencia de plazas de estacionamiento, tanto en la villa como en los núcleos urbanos de la parroquias, lo que obliga al gobierno municipal a tomar medias para aliviar esta situación atendiendo a posibilidades físicas en calles y barrios con planeamientos racionales. Pero es inadmisible la desigualad fomentada desde la Administración Local a partir de un principio de cantonalización y/o el minifundio del espacio urbano que va a más y que acabará enfrentando a los vecinos entre sí, porque aunque todos somos todos iguales ante la ley, algunos reciben trato diferente, lo que es injusto e insolidario”, apuntan los vecinos de Cangas.

Están convencidos de que el problema de educación vial no se soluciona con pintar las calles de distintos colores, ni con dibujos, ni peatonalizando indiscriminadamente, ni pintando megapasos de peatones.