En el confinamiento durante la primera ola del covid-19, surgieron historias entrañables y una de ellas es la del vigués, pero vecino de Moaña, Javier Ramiro Riveiro, de 51 años, y el leonés, de Cacabelos, Carlos Pomarada, de 66, a los que el Facebook en casa y la afición por la gaita les unió. Desde la distancia pero juntos han diseñado un invento para poder tocar la gaita en casa sin hacer ruido y sin molestar al vecindario.

Tal ha sido la repercusión en las redes sociales que hoy harán entrega de su invento - un punteiro electrónico- al maestro gaiteiro de Tui, y destacado artesano Antón Corral.

Javier Ramiro Riveiro es técnico de mecanizado y ha dedicado prácticamente toda su vida a la Automoción, pero su afición a la gaita le ha llevado ya a diseñar inventos para poder tocarla en casa sin molestar a la comunidad de vecinos que han traspasado las fronteras del país. En 2012 diseñó un sistema, la Insogaita, que es un saco o cojín de insonorización para amortiguar el sonido de la gaita.

En el confinamiento bien se puso a prueba esta insonorización. Y a través del Facebook de Javier Ramiro, entró en contacto con él este vecino de León que quería aprender a tocar la gaita en su casa. Juntos empezaron a diseñar un punteiro electrónico que permite tocar el instrumento en silencio. Tal y como explica, el punteiro lleva un altavoz en la campana al que se le puede regular el volumen y también permite tocar con auriculares. Se carga con el cargador del móvil y se toca la gaita como si tocaras el mismo instrumento, aunque claro está, sin soplar. La única herramienta que disponían los gaiteiros para ensayar en casa era una flauta, de las tradicionales de la escuela, dice el oañés , y este sistema podrá ayudar a practicar sin el inconveniente del sonido.

El vecino de León, que ha contribuido con todo el diseño electrónico mientras que Javier Ramiro con el diseño exterior de madera, no podrá estar en la cita de hoy en Tui, aunque ahí estará el moañés en su nombre para rendir todos los honores al gran maestro veterano.