La incidencia de la pandemia del coronavirus, el consiguiente estado de alarma y el toque de queda propician algunas carambolas rocambolescas. Y en este caso es literal. Como que una asociación de Ourense organice un festival para conmemorar su aniversario en Mos y que todos los beneficios se destinen a ayudar a una sala ubicada en Cangas, Salasón, que desde el mes de agosto se ha vuelto a quedar en silencio y sin poder organizar conciertos.
Lestrato Rock Conciertos nació hace nueve años en la capital ourensana y desde hace casi cinco mantiene una estrecha relación con Salasón, con la que programan eventos musicales. Una relación que hace que para los “Lestratos” y muchos aficionados ourensanos a la música Cangas “sea ya como nuestra segunda casa”. Las restricciones al ocio nocturno dictadas a mediados de agosto y aumentadas con el reciente toque de alarma han puesto en jaque a gran parte del sector de la hostelería y muy especialmente a las salas de conciertos como Salasón, que se han quedado sin su principal fuente de ingresos.
No obstante, esa misma normativa deja algunos resquicios para la cultura que ahora se quieren aprovechar. Las salas de conciertos no pueden programar, pero auditorios, teatros y locales sociales sí que siguen abiertos y con posibilidad de programar actividades siempre que se respeten las medidas sanitarias anticovid. Es el caso por ejemplo del Auditorio de Cangas, que recientemente acogió un concierto de una banda tributo a Sabina o que mantiene las representaciones teatrales.
Así, Lestrato Rock ha decidido organizar su fiesta de noveno aniversario en la sala Rebullón, situada en la parroquia de Tameiga, en Mos, que está gestionada por una asociación cultural. Esa celebración consistirá en un concierto con la presencia de dos bandas gallegas: The Impossiblues, que son de O Carballiño, y Pölisong, de A Coruña. “Como en Ourense tampoco podíamos celebrar el festival porque nuestro sitio de referencia, la sala Auriense, tampoco puede organizar este tipo de eventos nos venimos a este local, que es de los pocos que en estos momentos sigue celebrando actividades”, explica Diego González desde Lestrato Rock.
La cita será el sábado 21 de noviembre a las 18.00 horas, un horario condicionado por el toque de queda. Cada actuación durará aproximadamente una hora para que los asistentes y las bandas puedan regresar a sus puntos de origen sin infringir el toque de queda. La sala Rebullón tiene capacidad para 300 personas, pero el aforo estará limitado a 60 espectadores para garantizar la distancia de seguridad interpersonal. Todos sentados, siempre con la mascarilla puesta y con control de temperatura a la entrada, entre otras normas de seguridad. “Sabemos que no vamos a sacar una gran cantidad de dinero, pero lo que sea se destinará para Salasón y seguro que servirá para pagar alguna factura”, apuntan desde Lestrato Rock.
Desde Salasón agradecen emocionados el gesto de los “Lestratos”. “Estamos muy agradecidos, es gratificante saber que no estamos solos y que aunque no nos podamos ver y estar juntos hay gente que piensa en ti. Aunque a lo mejor cambien las cosas en los próximos días y no se pudiese celebrar, para nosotros lo más importante es la intención y la iniciativa”, afirma el responsable de la sala canguesa, Henry Pérez.
El local forma parte de la asociación gallega de salas de conciertos y reclaman a la Xunta de Galicia garantías para poder organizar de manera segura conciertos y no verse abocadas al cierre, una decisión que ya han empezado a adoptar algunos locales. “Todos las salas estamos unidas en esto. Hay clientes que ven conciertos en otros lugares y no entienden por qué nosotros no los organizamos, pero la realidad es que no podemos y la situación no está como para arriesgarse a multas”, señalan desde Salasón.
Las entradas para el Lestrato Fest del 21 de noviembre ya están a la venta al precio de 15 euros y se pueden adquirir en la tienda de discos Elepé (Vigo), en el local del centro sociocultural As Pedriñas (en las instalaciones de la propia sala Rebullón) o a través de la plataforma Wegow. “La esperanza es que el año que viene ya podamos celebrar nuestro décimo aniversario a lo grande, con una fiesta en Ourense y otra en Cangas”, desean desde Lestrato Rock.
