Las autoridades sanitarias acordaron esta mañana permitir a los marineros confinados en un barco del Gran Sol, el "Sanamedio" amarrado en el puerto de Marín pasar la cuarentena en su casa. Los doce tripulantes habían dado positivos y desde el miércoles por la tarde, cuando llegaron a puerto, estaban pasando la cuarentena en el barco por precaución, lo que ocasionó quejas de algunas familias que pedían el confinamiento en casa, como ocurre con el resto de infectados por el Covid-19. Entre los confinados hay por lo menos dos vecinos de Cangas.

Finalmente se les permite pasar la cuarentena en casa, aunque según ha podido saber FARO, varios de ellos han decidido permanecer de momento a bordo por miedo a contagiar a sus familias. La mayoría están asintomáticos o con síntomas leves, aunque un marinero ha empeorado sufriendo fiebre.

La Consellería de Sanidade ha pasado unos requerimientos y pautas preventivas a los armadores para que la tripulación se desplace directamente a sus respectivos domicilios, en donde cumplirán la cuarentena pertinente confinados en una habitación. Deben ser recogidos por sus familias en coches particulares.