El mercadillo ambulante de Cangas puede celebrarse hoy, pero solo con puestos de venta de productos perecederos, alimentación y flores, al no haber llegado a un acuerdo los representantes del Concello y del colectivo profesional para organizarlo con una reducción del aforo del 50%, teniendo en cuenta la normativa de la Xunta para hacer frente a la pandemia de Covid-19. El gobierno local ofreció tres opciones: instalar solo la mitad de los puestos y turnarse semanalmente, en viernes alternos; reducir a la mitad la dimensión de cada uno para posibilitar que entren todos respetando la distancia de seguridad o ampliar la zona de instalación hacia la alameda de O Señal, desplazando allí parte de los puestos. Pero ninguna de ellas convence a los profesionales, que no se pusieron de acuerdo entre ellos ni con el gobierno local e insisten en instalarse hoy en las mismas condiciones de costumbre, un fracaso en las negociaciones llevó al alcalde, Xosé Manuel Pazos, a prohibir por decreto la colocación de todos los puestos de productos textiles.

La situación es tensa, según reconocen desde ambas partes, que no garantizan la tranquilidad en el mercadillo de hoy y asumen que “puede haber lío” si los interlocutores del colectivo no asumen la decisión de las autoridades y renuncian a instalar sus puestos. Desde el Concello han dado pasos para hacerlo efectivo reforzando el dispositivo de seguridad con agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, que se desplegarán desde primera hora de la mañana por el centro urbano, registrarán los vehículos y advertirán y sancionarán a los ambulantes que pretendan infringir la ley, según anuncian el regidor y la concejala de Desenvolvemento Local, Sagrario Martínez, y corrobora el inspector jefe, Alberto Agulla.

Los representantes municipales hacen un llamamiento a la “responsabilidad” de los profesionales y a la designación de interlocutores representativos de todo el sector para buscar acuerdos consensuados, siempre con pleno respeto a la normativa sanitaria y la legislación en vigor, insisten. Entre los comerciantes consultados ayer hay una mayoritaria disposición a acudir a la feria, pero reconocen que no todos están vinculados con la Asociación de Vendedores Ambulantes do Morrazo (Asvam), ni coinciden con los postulados y decisiones de sus representantes “que no estén previamente consensuadas”. También piden al gobierno local que tenga en cuenta la “difícil situación actual”.

Xosé Manuel Pazos y Sagrario Martínez explican que iniciaron hace ya varios días los contactos para que el mercadillo pueda celebrarse con la mayor participación posible, pero sin contravenir la ley, que obliga a reducir al 50% el aforo habitual. Pusieron sobre la mesa las tres alternativas posibles, insisten, pero el interlocutor de los comerciantes las rechazó todas, “incluso con tono amenazante”, dicen, y al alcalde no le quedó “otra opción” que prohibir por decreto la instalación de los puestos de venta de ropa, calzado y otros productos textiles. Un fuerte operativo de la Policía Local y la Guardia Civil se encargará desde primera hora de hoy de evitar que se monten esos puestos y de “actuar en consecuencia” si llegan a saltarse el mandato.

El decreto del alcalde, que se emite con Cangas en alerta roja por la incidencia de la pandemia de Covid-19, fija para el mercadillo de hoy las mismas condiciones que se aplicaron el viernes pasado, cuando solo se permitió vender productos de alimentación y de la cosecha “de aldea”, así como flores y plantas en el entorno de la plaza de abastos, ya que los afectados alegan la proximidad de las fechas de Todos los Santos y Difuntos, que son claves para el sector.