El sector mejillonero de Moaña puede trabajar desde el pasado jueves a pleno rendimiento, al volver a remitir la toxina y permitir los biólogos del Intecmar (Instituto Tecnolóxico para o control do Medio Mariño de Galicia) la reapertura de todos los polígonos de bateas. Solo quedaba por abrir el Cangas F, uno de los más grandes que se ubica frente a las costas de la parroquia canguesa de O Hío.

En el muelle de A Mosqueira los bateeiros con base en Moaña retiraban ayer mejillón para su venta en fresco o para la industria conservera. Este año la exportación a Italia cuenta con un menor peso, ante la alta demanda de la industria local por el incremento de las ventas de conservas desde el confinamiento de esta primavera.

El resto de polígonos de la ría de Vigo fueron reabriendo poco a poco desde el 9 de octubre, excepto dos de la ensenada de San Simón, que no llegaron a cerrarse desde el pasado mayo.

Mucho peor están las cosas para los productores de mejillón con su puerto base en Aldán o en Bueu. Y es que en la ría de Aldán el polígono Cangas A está cerrado por toxina desde el 4 de septiembre. El Cangas B, por su parte, no permite la venta de bivalvo desde el pasado 24 de agosto.

En lo que respecta a los bateeiros buenenses, tienen sus tres polígonos cerrados desde el 18 de agosto, lo que está perjudicando mucho al sector.