El mundo, patas arriba. Y esta imagen de un contenedor cargado de bolsas de basura y tumbado por el viento, en la rúa Baiona de Cangas, puede ser un reflejo de cómo está el mundo, patas arriba. Eso sí, la empresa que gestiona la recogida de la basura no puede tener este contenedor volcado dos días ni el mundo puede estar patas arriba hasta mayo.
Colas en la calle para cobrar la pensión
En medio de tanta normativa, toque de queda, restricciones para ir a visitar a nuestros difuntos, prohibición de reunión de más de cinco personas sentadas en una mesa de un local de hostelería o en la propia casa...falta por regular la atención en las entidades bancarias. Ayer, en el primer día cuando se podían cobrar las pensiones, eran bien visibles las colas de personas, sobre todo de edad avanzada, en la acera en Cangas, frente a su sucursal. Y es que hay bancos que no atienden más allá de las once de la mañana sin establecer alternativas para no estar en plena calle esperando, bajo el paraguas. No es la imagen que se debiera de dar, ni tampoco dirigir a una persona de edad avanzada a que su problema se lo arregle el cajero automático.
Visto lo visto... también en la calle
Cada vez paseamos menos por eso de los contagios, pero en esos pocos paseos uno palpa la dureza de la crisis económica en la calle. En una misma semana he visto a dos personas -una, un hombre, y otra, una mujer- recogiendo del suelo de una terraza, sin miedo a ser vistos, restos de colillas de tabaco. Eso sí, con mascarilla. Asusta el drama.