La revolución tecnológica que ha entrado en los hogares con un mundo cada vez más digitalizado en el que los cables ya empiezan a ser cosa del pasado, tarda, sin embargo, en llegar a las vías públicas, en donde conviven los antiguos postes de madera de los tendidos eléctricos y telefónicos con otros más nuevos de hormigón y muy pocos ya son subterráneos.

Lo contradictorio de esta situación de la digitalización se ve a simple vista en el barrio de A Miranda en Moaña, en donde un antiguo poste de madera del tendido telefónico lleva un año en medio de la vía pública. Está ubicado en la esquina de la rúa da Veiga da Arca y la travesía da Xeira. Ahí permanece el poste, y a rebosar de clabeado desde que un vecino realizó el retranqueo en el muro de su casa. desde entonces el poste ha quedado a la vista como si se tratara de un cruceiro protegido como patrimonio cultural.

Además de la imagen antiestética, el poste supone un peligro para los vecinos. Alguno de ellos asegura que no le llega a afectar "porque voy prevenido, pero si viene otro que no conoce la zona o va despistado puede ocurrir un accidente de tráfico". Lo cierto es que el poste está en una situación muy peligrosa sin que la empresa haya movido ficha en este sentido.

Con respecto al servicio telefónico, esta semana pasada se quejaban vecinos del barrio de Reibón porque llevaban desde el 24 de septiembre sin el servicio en sus casas debiod a que un camión había tirado el cable y la empresa de teléfonos no lo arreglaba.