El abastecimiento de agua volvió a convertirse ayer en un quebradero de cabeza para los moañeses, al sufrir un nuevo corte en el servicio por una avería de la red general. En esta ocasión la fuga por una grieta de gran tamaño se produjo en la tubería general que conecta con el depósito de Ameixoada. Poco antes de las siete de la mañana se detectó la fuga que dejó sin servicio a algunos barrios del centro urbano. Inmediatamente la empresa concesionaria del ciclo del agua en el municipio, Aqualia, cortó el suministro a todos los clientes que se abastecían directa o indirectamente de este tramo de tubería general para proceder a la reparación.

El personal especializado de Aqualia localizó la grieta bajo la carretera general PO-551 a la altura de la Avenida de Cangas, muy cerca de la rotonda del Portal do Almacén. Fue necesario abrir una profunda zanja desde primera hora de la mañana, ocupando parte de la calzada y perimetrada con conos. La empresa desplazó maquinaria, tubería y las piezas de reparación.

La intervención fue compleja y requirió la retirada de un tramo completo de tubería, de unos siete metros de largo, y su sustitución por otro, antes de poder restablecer el servicio y reponer la calzada y parte de la acera que se había levantado durante la compleja operación. La tubería dañada es de PVC de 300 milímetros, la de mayor diámetro de Moaña.

El corte del suministro había dejado a más de 2.000 viviendas y negocios sin agua y el servicio no volvió a funcionar hasta las 17.15 horas. Por lo tanto, todos estos vecinos y comerciantes estuvieron más de 10 horas del sábado sin agua corriente.

Tanto desde Aqualia como desde el Concello explicaron, a primera hora de la mañana, que los barrios afectados por el corte fueron zonas enteras de Ameixoada, O Real, O Rosal, O Redondo e incluso zonas de las parroquias de Meira y Domaio. La situación hizo que muchos vecinos llamasen a la Policía Local para quejarse del corte e interesarse por el avance de las tareas de reparación.

Aunque se desconoce las razones de la rotura, podría deberse a la presión sometida por el intenso tráfico en la PO-551. No en vano, bajo esta misma carretera general se produjeron ya otras fugas de este estilo. La más recordada fue en 2015, cuando brotó agua de la tubería de abastecimiento ubicada a la altura de la explanada del antiguo cuartel, en A Xunqueira. Entonces fueron 14 las horas que estuvieron sin agua unos 3.000 vecinos.

Sin embargo, la mayoría de estos incidentes se produjeron desde hace años en la tubería más antigua de la red, bajo la PO-313 a su paso por Quintela. De hecho, en estos momentos el Concello está acometiendo una obra de sustitución de toda esa tubería, todavía de fibrocemento, entre la rotonda del Portal do Almacén y el depósito de Abelendo.

Pasadas las 19.00 horas acabaron la reposición inicial de la zona abierta. Restablecido el servicio, desde Aqualia agradecieron "la comprensión de todos los vecinos" y pidieron disculpas por las molestias causadas. Aseguran que el esfuerzo realizado por su personal logró reducir al mínimo posible las inconveniencias.