Los Concellos de Moaña y Marín, junto con las comunidades de montes de Santomé, Meira y Domaio han mantenido ya una reunión en el entorno de un local comunal para buscar alternativas que permitan arreglar definitivamente la carretera CF-402, que lleva años con tramos totalmente destrozados, sobre todo entre el cruce de Lagocheiras, en Marín, y el límite con la comunidad de montes de Meira. Esta carretera, utilizada para acceder al Lago de Castiñeiras, cuenta con desperfectos también, aunque de menor calado, en la zona de Chan da Arquiña, en Domaio, pues parte del barrio de San Lourenzo.

En los últimos cinco años el Concello moañés trató, sin éxito, de que la Xunta o la Diputación asumiesen la titularidad de este vial forestal. Al no dar frutos esta vía y, a petición de los comuneros, decidieron unir sus fuerzas todas las partes para buscar una fórmula alternativa y encontrar subvenciones que ayuden a financiar la obra. El asunto salió a la palestra en el pleno municipal del pasado jueves, a raíz de una petición del PP para la reforma de la carretera.

Más allá del "buen entendimiento" entre dos gobiernos locales de distinto color político y entre los comuneros para atajar de una vez el estado de una carretera cuya titularidad se encuentra en un limbo, las partes han encargado un presupuesto para conocer el coste que tendría la reparación, muy demandada desde hace años por los vecinos que acuden a Chan da Arquiña o al Lago de Castiñeiras.

Las carreteras forestales asfaltadas, como ésta que une las zonas altas de Moaña y Marín, dependían históricamente de un organismo vinculado a la Consellería do Medio Rural. Quedaron en el limbo cuando dicho organismo se disolvió. Aunque la competencia es de los comuneros, estos colectivos no tienen facultad legal para acometer un asfaltado. Los Concellos deben, por su parte, solventar las limitaciones de la falta de titularidad sobre la pista para poder actuar en ella.