Con respecto a los proyectos de movilidad en Cangas, la junta de gobierno de ayer acordó iniciar el expediente de contratación de la obra financiada con cargo al Plan Deporemse de la Diputación, para dar continuidad a la recuperación del Camino Real de Moaña en la zona de Rodeira y en A Pedreira, en el entorno del colegio de A Rúa, y conseguir un vial que una los cascos urbanos de Moaña y Cangas con preferencia peatonal y de bici. De hecho, el proyecto se denomina "Implantación do eixo de mobilidade amable e segura de interconexión dos centros urbanos de Cangas e Moaña". El plazo de ejecución es de 4 meses

Cangas llega más tarde que Moaña, que ya entró en la recta final para su conclusión, a esta obra, con un presupuesto de licitación de 600.000 euros, de los cuales 480.000 los aporta la Diputación y 120.000 el Concello. Contempla actuaciones en ocho tramos. El primero es el denominado Camiño Vello de Rodeira, que discurre junto al colegio Casa de la Virgen. Parte de la PO-551 (avenida Castroviejo, antes de la rotonda del Gordo) para volver a la PO-551 en el cruce de Santo Domingo. El proyecto contempla actuaciones en las vías transversales de A Garita, desde el colegio Casa de la Virgen hasta A Garita, junto a la playa de Rodeira; y en el núcleo de A Pedreira, al otro lado de la PO-551 hacia la autovía. Una de ellas se ubica en el camino que llega hasta Ameixoada y pasa por debajo de la variante de acceso a la Autovía, para enlazar con la carretera provincial PO-1104 de Moaña-Coiro. La otra es un ramal que parte del núcleo de casas de A Pedreira hacia el colegio de A Rúa. que se convertirá en camino escolar seguro. Se actúa en un entramado de pequeños caminos.

La junta de gobierno también acordó el inicio del expediente de contratación de la pavimentación y renovación de servicios en la "rúa Síngulis e praciña Síngulis casco Vello-Cangas", presupuestada en 193.668 euros. La actuación, que abarca unos 620 metros cuadrados con piedra de 6 cm, se sitúa dentro del casco antiguo, por encima de la rúa Cervantes, a la altura de Álvaro Guitián.La zona precisa de un plan de reactivación, modernizando sus instalaciones existentes ya que en algunas viviendas aún no disponen de suministros básicos, incluso un tramo de saneamiento discurre sin tubo y la piedra hace de conducción.