El coronavirus les ha impedido celebrar la festividad de San Miguel Arcángel en Uriangato (México) pero no rendir su particular homenaje a este evento, en el que la ciudad centroamericana se cubre con más de cinco kilómetros de alfombras realizadas con serrín teñido. La Asociación Cultural Alfombras de Bueu organizó ayer un acto de confraternización con la Asociación Mexicanos en Galicia Chichénitza, que pretendía ser un guiño al nexo entre los buenenses y el pueblo mexicano, y los alfombristas de ese país en particular. De este modo, alfombristas de Bueu, Cangas y Moaña desafiaron a las adversas condiciones meteorológicas para elaborar un tapiz frente al concello buenense en lo que también fue una reivindicación de la normalidad en tiempos de Covid-19.

Unas treinta personas, distribuidas en varios turnos, fueron las encargadas de montar una alfombra floral que tenía como principal motivo a San Miguel Arcángel, pero en la que también se representaron otros diseños que recordaban a México como La Catrina (la famosa calavera) o el escudo de la localidad de Uriangato, o a Bueu, como la capilla de Santos Reis o el barco incluido en el escudo del municipio morracense. Todo gracias a la utilización de elementos habituales de este arte floral como la hortensia, las semillas o la flor seca y otros con denominación de origen autóctona como las conchas de berberecho, vieira, zamburiña y caramujo.

La lluvia retrasó un tanto los trabajos hasta la recepción oficial que acogió la casa consistorial de Bueu, y en la que estuvieron presentes el vicealcalde, Julio Villanueva; el concejal de Cultura, Xosé Leal; el de Deportes, Ricardo Verde; y los también ediles Elena Estévez y Elisa Dios, además de la presidenta de los alfombristas buenenses, Carmen Santos, y de la presidenta de la Asociación Mexicanos en Galicia Chichénitza, Lucero Dámaso.

Leal agradeció la labor del colectivo alfombrista por mantener la actividad a pesar de la pandemia y destacó el que estén presentes "en casi todos los eventos de Bueu". Santos, por su parte, destacó el importante vínculo que la asociación tiene con México, y particularmente con el colectivo La Octava, lo que les llevó a intentar "mantener la tradición, siempre con las medidas adecuadas de seguridad". Lucero Dámaso, mientras, agradeció la iniciativa y el haber contado con una asociación tan joven como la que preside, "y en la que queremos preservar nuestras tradiciones y las raíces que tenemos aquí en Galicia". Leal entregó entonces ejemplares de la publicación sobre la escultura "Inés-Palmira" de José Solla y el acto se cerró con unos pinchos entre todos los asistentes al mismo.