Después de un mes sin recibir respuesta a la petición de entrevistas con el anterior gerente del Área Sanitaria de Vigo y hoy conselleiro, Julio García Comesaña; y con el jefe de servicio en el centro de salud de Cangas, Benigno Villoch, la plataforma vecinal A Voz da Sanidade de Cangas volvió a salir ayer a la calle y se concentró delante del centro de salud. La movilización, que reunió a unas 40 personas, tenía como fin protestar contra la priorización de las consultas telefónicas sobre las presenciales y reclamar que se ponga fin a las esperas en la calle delante de este centro, que se forman sobre todo a primera hora, por las analíticas; y ante las urgencias por la limitación de aforo de su sala de espera.

La protesta se llevó a cabo con la opinión en contra del jefe de Servicio de Cangas, Benigno Villoch, que considera que "no es óptimo" que haya concentraciones cuando se está pidiendo aislamiento por la pandemia de la covid-19.

La presidenta de A Voz da Sanidade, Carmen Nores, asegura que salieron a la calle porque no se les contesta a sus peticiones de entrevista. Dice que la atención telefónica no se puede normalizar y califica de escándalo que se permitan listas de espera para poder hablar por teléfono con tu médico, de entre siete y veinte días. Entiende que esta situación empuja el nivel asistencial a una atención de "beneficiencia".

Frente al argumento de los profesionales sanitarios de que los problemas de aforo por los contagios del covid impiden volver a las citas presenciales en los centros de salud, Nores asegura que otros técnicos, que no sean los médicos, sí pueden estudiar circuitos seguros de flujos: "Buscar soluciones requiere de otros profesionales que sepan". Los sanitarios aseguran, sin embargo, que nadie con una cita justificada queda sin atender. Es cierto que de las 30 citas diarias en las agendas de los médicos, 1/3 solo son presenciales, desde que empezó la pandemia del covid, y el resto telefónicas, pero también es cierto que a diario se fuerzan las agendas con más de una decena de citas a mayores, por lo que las asistencias de los médicos llegan a las 45-55 diarias.

Carmen Nores insiste que en el Hospital Álvaro Cunqueiro las citas son presenciales y cree que se está poniendo el covid como "escudo" para decir que "aquí no entra nadie" y no afrontar los problemas estructurales que padece la Atención Primaria desde hace tiempo, de precariedad de laboral, falta de inversión y de reconocimiento de su papel vertebrador dentro del sistema sanitario. Entiende que con citas telefónicas es imposible realizar uno de los principios básicos de la Atención Primaria: promoción de la salud, prevención de enfermedades y rompe la relación médico-paciente, satura las urgencias y origina sentimientos de exclusión de la protección del sistema público en la población. Y esto lo que provoca, para la presidenta de A Voz da Sanidade, es una huida hacia la sanidad privada y de los seguros.

Insiste en que hay que entrar en el centro de salud para ver que las salas de espera están vacías y que lo que hay que hacer es reordenar los espacios, que es verdad que las salas no se pueden llenar, pero se pueden aplicar las medidas sanitarias de distancia social, de 1,5 o 2 metros de separación entre una persona y otra. "Se debe de articular el flujo y la accesibilidad de la gente porque no pueden quedar esperando fuera del centro de salud, en la calle". El jefe de servicio del centro de salud de Cangas ya confirmó el jueves que se había solicitado a la gerencia de Vigo el acristalamiento de uno de los laterales exteriores del edificio para dar cobijo a estas personas que esperan fuera, pero coincidió con el cambio de gerente y están a la espera.

Nores pide aunar esfuerzos y que se fijen las reivindicaciones en la administración, que es la que tiene que invertir en Atención primaria para desarrollarla y que no acabe cayendo en la beneficiencia: "Esta comarca siempre ha sido reivindicativa y esta concentración debía de servir de punta de lanza para un movimiento a nivel de Galicia".