La empresa concesionaria de la marina seca del puerto de Meira, en Moaña, "Marina Meira", empezó a desmontar ayer la estructura metálica que estaba levantando para dotar a las instalaciones de una nave de abrigo para el pintado de barcos.Adopta la medida después de que Portos de Galicia paralizara las obras tras la denuncia de la Asociación de vecinos de la parroquia "NovaMeira" que criticó que en el entorno de la antigua Isla de Samertolaméu a ningún vecino se le permite construir y en el puerto se estuviera levantando esta nave, sin cartel de obra y sin que Portos ni Concello les pudieran informar sobre ella.

La empresa, que se hizo con la concesión al anterior titular el pasado mes de enero, asegura que ellos son profesionles y que no les gusta quedar cómo si se hubieran saltado la ley. Reconoce que cuando se hicieron con la concesión, presentaron en Portos un plan de conservación de las instalaciones, ya que lo que había estaba en muy malas condiciones, con unos contenedores con tejado de uralita a modo de galpones.

El plan contemplaba la colocación de contenedores pintados en azul para albergar las oficinas, que ya están ubicados y de los que dice no suponen ninguna estructura fija, sino que son móviles. En el plan de conservación también figuraba esta nave, totalmente desmontable, sin hormigón, atornillada al suelo, de quita y pon, para que los trabajadores pudieran trabajar al abrigo los días de lluvia.

La concesionaria, que es una empresa de Vigo del sector de la pintura, asegura que lo que van a hacer entonces es desmontar la estructura metálica de la nave y arreglar la autorización en Portos y la licencia en el Concello. Mientras eso no se resuelve y para poder seguir trabajando, colocarán un andamio con plásticos para que los operarios trabajen más protegidos cuando llueve.

Una vez que obtengan el permiso de las administraciones, volverán a colocar la estructura metálica para la nave. Confía en que no haya problemas para la autorización dado que no se trata de una nave fija, sino atornillada al suelo y desmontable, como se ha demostrado ahora y que el impacto visual puede ser el mismo que los andamios con el plástico. El único problema que ven es si la tramitación se prolonga mucho en el tiempo, ya que hay autorizaciones que pueden no resolverse antes de los seis meses o un año.

La marina seca, que se dedica a la reparación de barcos, tenía hace un mes una docena de trabajadores y en estos momentos, son cuatro, dependiendo también de la carga de trabajo que la empresa asegura que, afortunadamente, es buena.

Desde la Asociación NovaMeira, su presidente Pablo Piñeiro asegura que se alegran de que se cumpla con la normativa, que en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Moaña la isla de Samertolaméu aparece sujeta a un plan especial y que esperan que cuando se pueda hacer algo, se permita a todos por igual, no que venga una empresa y construya. Pese a todo lamentan los contratiempos que tenga la empresa, que no está en el ánimo del colectivo ir contra nadie y menos contra quien genera trabajo, pero insisten en que todo debe llevarse con un orden. También esperan que Portos dé respuesta a la retirada de material de vertido que arrojó con la arena del drgadado del muelle en la playa artificial que se creó en la ensenada de Samertolaméu.