Deportistas del Club Sares TKD de Cangas de taekwondo realizaron en la mañana de ayer una sesión de entrenamiento frente al CEIP Nazaret para reclamar el uso del pabellón de este centro educativo, tal y como ha venido haciendo a lo largo de más de una década. La medida de protesta reunió a más de una treintena de los deportistas que entrenaban habitualmente en el polideportivo del centro escolar, distribuyéndolos en dos grupos para evitar aglomeraciones y alterar lo mínimo posible el uso del vial por parte de peatones y vehículos.

Bajo un estricto protocolo de seguridad, a fin de defender la práctica de esta modalidad deportiva en tiempos de Covid-19, los deportistas se dieron cita minutos antes de las 11 de la mañana frente a una de las entradas del CEIP Nazaret. Una vez allí, y como si de una clase normal se tratase, Pablo Casares, entrenador y presidente del club, tomó la temperatura a cada uno de sus alumnos y se desinfectó el material a utilizar, mientras los competidores se lavaban las manos con gel hidroalcohólico. A continuación se repartió a los asistentes para la realización de los ejercicios, con las mismas consignas que han estado imperando desde que en el mes de julio se retomaron las sesiones preparatorias: distancias de seguridad, ausencia de contacto y elementos de protección, que en este caso fueron mascarillas en lugar de las pantallas, además de evitar los contactos.

La única diferencia fueron las obligadas interrupciones cada vez que pasaba un peatón o un vehículo, a fin de mantener las distancias y no dificultar la vida normal del resto de los vecinos. "Hemos intentado molestar lo mínimo posible y de hecho no hemos recibido ninguna queja", señala Casares. Es más, el sentimiento mayoritario de quienes pasaron por allí era el de una mezcla de curiosidad y sorpresa, y no faltó quien pensaba que aquello que estaba ante sus ojos era una exhibición en plena calle.

El club cangués no puede entrenar en el pabellón del colegio de Nazaret desde la semana pasada al no disponer ya del permiso del centro, que no quiere ceder sus instalaciones durante este curso escolar, marcado por el coronavirus. El Sares, que ha usado el pabellón con normalidad los meses de julio y agosto (asumiendo, eso sí, un protocolo de limpieza), se ha visto ahora sin instalaciones para poder seguir ejerciendo su actividad. La situación es aún peor, teniendo en cuenta que las intenciones del club eran las de comenzar en breve las clases con la base, en la que se integran aproximadamente unos 60 niños.

Con todo, el Sares seguirá realizando entrenamientos en diferentes puntos del municipio al aire libre. El de hoy está programado para las 12.30 frente a la casa consistorial de Cangas.