Nunca en su vida el patrón del barco con base en el puerto de Bueu "O Audaz", Pedro Otero, había pescado semejante bicho de rodaballo. Las capturas siempre fueron de rodaballos con un peso medio de 4-5 kilos, con alguna excepción de alguna pieza de 8, pero nunca un ejemplar de 13,5, como el que ayer por la mañana, sobre las 8.00 horas, consiguió este pesquero en las inmediaciones de Ons, quizás por esa condición de isla, alejada de la península y mágica.

La tripulación de "O Audaz", integrada por cuatro personas, quedó "sorprendida", asegura Pedro Otero, cuando subieron los "miños" y vieron el rodaballo gigante en la bañera del pesquero: "No esperábamos un bicho de estos".

El patrón se informó sobre el hábitat y comportamiento de los rodaballos, que se caracterizan por ser planos y casi circulares, y asegura que según lo que leyó es una especie que puede crecer unos 30 centímetros cada cinco años, por lo que cree que "éste debe ser más que abuelo", asegura con humor.

En páginas especializadas figura que las hembras de rodaballo pueden llegar a vivir 27 años y los machos, que suelen ser más pequeños que las hembras, 17 años. La wikipedia alude que pueden alcanzar los 100 centímetros de longitud y los 12 kilos de peso, con lo cual el de Bueu sería para Guinness, aunque hay marineros en la villa que en sus comentarios sobre lo acontecido ayer aseguran que en algunas ocasiones han logrado piezas de rodaballo de 15 kilos, pero más entre los meses de marzo y abril, por fuera de las islas Cíes.

Pero la entrada ayer de la pieza capturada por "O Audaz" también causó sorpresa en la lonja de Bueu en donde la persona que estaba a esa hora de la mañana reconoció que nunca habían visto semejante tamaño.

El rodaballo lo adquirió en la lonja el restaurante Avenida, de Arcade, y seguro que se exhibe como un trofeo que tendrá muchos paladares dispuestos a saborear.

Hoy en día es muy frecuente que los rodaballos que se venden en los supermercados procedan de la acuicultura, con una talla mínima de unos 30 centímetros.

Por lo que una pieza como la que logró el patrón de Bueu, que recuerda a la historia de "El viejo y el mar" de Hemingway, tiene todavía el doble de mérito de poder hacer ver que el mar sigue regalando estos hermosos trofeos.