El presidente de los alfombristas de Galicia señalaba que para la mayoría de las personas que participaron se trató de una experiencia única. "Ya participamos en otros eventos en Santiago, pero creo que este es especial y muchos probablemente no lo olviden en la vida", contaba Manuel Alonso.

La ofrenda al Apóstol con motivo del Día de Galicia sirvió además como un gran escaparate para reivindicar el valor del arte efímero. "Es efímero, pero no deja de ser una tradición popular y patrimonio de Galicia", insiste el presidente de Fagaarte y secretario de los alfombristas de Bueu.

Las felicitaciones a los artistas gallegos llegaron también desde otros puntos del mundo, de delegaciones que también forman parte de la comisión gestora internacional. "Este año por culpa de la covid-19 no podemos hacer los viajes que teníamos previstos [como el encuentro mundial en Japón], pero nos están saliendo otro tipo de actividades locales y autonómicas muy satisfactorias", afirma Alonso.