Compostaje en origen y gestión directa de la recogida y tratamiento de basuras. Ese es el modelo de futuro que los tres concellos de la Mancomunidade do Morrazo consensuaron ayer en lo que viene a ser una declaración de intenciones de cara a la mejora de un servicio que actualmente desarrolla la empresa Urbaser con un contrato prorrogado que vence el próximo mes de octubre. La reunión de los representantes políticos de Cangas, Bueu y Moaña (que ostenta la presidencia del órgano mancomunado en la figura de su alcaldesa, Leticia Santos) se celebró de forma telemática y sirvió para insistir en el compostaje como la vía que todos ellos quieren potenciar por cuestiones medioambientales y de sostenibilidad, pero también económicas, al ser el modelo más asumible sin necesidad de modificar las actuales tarifas.
La apuesta por ese compostaje en origen se complementaría, en aquellas zonas donde no fuese posible la instalación de composteros comunitarios, con la implantación del denominado quinto contenedor de basura, orientado a la recogida de los biorresiduos, que se trasladarían a la planta de A Portela para recibir allí el tratamiento adecuado. En este sentido tanto Recolte primero como Urbaser ahora están tramitando ante la Xunta de Galicia los permisos necesarios para la producción de compost en las instalaciones morracenses. Leticia Santos apunta que aunque esta es la hoja de ruta prevista ahora queda aún un largo camino por recorrer que comenzará con el estudio de los costes y la forma de poner en funcionamiento este ambicioso proyecto. Eso sí, además de los fondos propios de los que se pueda disponer, los concellos cuentan con recurrir a otras administraciones (Diputación, Xunta de Galicia, Estado o incluso a la Unión Europea) para recabar subvenciones y que el coste de su iniciativa sea el mejor posible tanto para los consistorios como para los propios vecinos.
La presidenta de la Mancomunidade glosa las virtudes de un modelo circular de aprovechamiento de los residuos "que cumple con las directivas que vienen de Europa y que también supone un compromiso con la ciudadanía para mantener lo mejor posible nuestro medio natural", y que, en último término, "es una apuesta más para frenar el cambio climático". El objetivo es que la medida tenga, asimismo, un importante componente de ahorro económico, al aligerar una factura con Sogama que cuesta anualmente cerca de 1,7 millones de euros a los tres concellos. "Es el gasto más grande que tenemos, por trasladar esos residuos para que los quemen", subraya la dirigente.
La otra cuestión que se puso encima de la mesa fue la del deseo de recuperar el servicio en gestión directa, una idea que será estudiada ahora por los servicios técnicos de la Mancomunidade para ver su viabilidad y la mejor manera de llevarla a cabo. Lo único claro es la voluntad de garantizar los puestos de trabajo de la plantilla independientemente de la decisión que se adopte. El primer paso para llegar a la gestión directa de la recogida y tratamiento de basuras será la dotación de una plaza de gerente del órgano supramunicipal. Aunque inicialmente la misma iba a ser a media jornada, los concellos aprovecharán la modificación prevista de los presupuestos de este año para poner el puesto a jornada completa. Eso sí, las particularidades de un ejercicio marcado por la pandemia del coronavirus hará difícil que esa plaza se pueda cubrir este mismo año.
Así las cosas, y aunque no hay ningún pronunciamiento oficial al respecto, todo hace pensar que en octubre la Mancomunidade deberá volver a prorrogar el contrato de la basura, si bien habrá que ver si es por un año o solo por unos meses.
