Con turistas despistados buscando una sombra, conductores de autocaravanas bajándose a comprar agua fría y con una villa a media tarde casi desierta por el calor, la segunda mitad de este mes de julio ya se hace sentir en Cangas, donde la temperatura alcanzó los 37,8 grados centígrados y la circulación por el centro de la villa se antojaba ya más lenta y complicada. Mientras, los peatones ensayaban por la calle el uso obligatorio de la mascarillas decretado por la Xunta que entra hoy en vigor.

Las playas recogían el aliento de numerosos residentes y foráneos que se refugiaban en ellas para soportar las altas temperaturas de esta ola de calor persistente, inusual desde hace años. La medida de restricción de acceso al tráfico rodado a la zona de playas en vías locales empezaba ayer a ser más castigo que al principio de julio. Bajar a la playa cargado, y bajo un sol que recuerda las películas del Far West el precio que había que pagar para refrescarse. Recorriendo la zona de playas, las dos patrullas de la Policía Local de Cangas podían convertir esta jornada de calor en un infierno. Se velaba por el cumplimiento de la restricción del tráfico rodado a esas 33 de las 38 playas que tiene el Concello de Cangas contabilizadas oficialmente. Esta labor ya se hace con mayor intensidad desde el pasado fin de semana. Desde esa fecha a ayer, el número de multas impuestas por la Policía Local en zona de playas alcanza el centenar, según confirmó ayer el jefe de la Policía Local de Cangas, Alberto Agulla. La inmensa mayoría de las sanciones no guardan relación con saltarse la restricción al tráfico rodado (200 euros), sino con el daño colateral que supone que los vehículos que no pueden acceder aparque mal. Pero un número importante de ellas se dan en la zona de playas abiertas al tráfico. De forma reiterada, se aparca pegados a las casas del vecindario y bloqueando la zona de emergencias. Hay vecinos que se ven imposibilitados a salir de sus casas con el coche porque hay uno fuera que se lo impide. Ante la queja, como única respuesta reciben un "¡pues ponga usted un vado!".

El acceso rodado a la playa de Viñó vuelve a permitirse este fin de semana. El Concello de Cangas mantiene que el vial es municipal, por mucho que el letrero indique que se trata de una carretera provincial. De hecho, no está inventariado por la Diputación de Pontevedra, según informó el vigilante de carreteras. No obstante, el Concello prefiere esperar a tener un informe jurídico antes de restringir el acceso al tráfico rodado, conforme estaba previsto inicialmente.

En cuanto a las tarjetas que se entrega a los no residentes, el departamento de Mobiliade del Concello de Cangas continúa repartiéndolas. Hace una semana la cifra de solicitudes alcanzaba las 2.500 ahora se sitúa ya en las 3.400. Y continuarán entregándose hasta que termine el mes de agosto. Los días para su tramitación son lunes, miércoles y viernes, entre las 11.00 y las 13.00 horas. El departamento de Mobiliade junto con el de Policía Local de Cangas trabajan de forma coordinada.