La música en directo regresa desde hoy a las salas de conciertos de O Morrazo. Un regreso ansiado por los propietarios, los grupos y el público en general. La vuelta de la música no se escapa a las condiciones que marca la denominada como nueva normalidad y de momento habrá que esperar antes de poder dar botes delante del escenario, bailar agarrados o abrazarse ante algún espectacular riff de guitarra. Por ahora las actuaciones estarán marcadas por un estricto control de aforo y para ser disfrutadas, preferentemente, sentados.
El Aturuxo recupera hoy su apuesta por la música en vivo con un concierto del grupo de folk Tor, integrado por reputados músicos como Félix Castro, Castor Castro, Xosé Liz y Álvaro Iglesias. La actuación será al aire libre, aprovechando el jardín trasero del que dispone el local bueués. "Antes de la covid-19 podíamos tener un aforo de unas 250 personas, pero ahora lo hemos reducido a un máximo de entre 80 y 90", explica su responsable, Víctor Cabaleiro "Leiro". La sala ha preferido una promoción bastante comedida para evitar una gran afluencia de público desde otros lugares y ha articulado un sistema de reserva previa. "Lo que pedimos es que nos llamen antes de las 14.00 horas de hoy. A la persona que nos llama le pedimos que nos diga con cuantos acompañantes va a venir para poder juntarlos en una mesa. La idea es distribuir el aforo en grupos o unidades familiares", explica. También se dejará un 30% de las entradas para vender en la taquilla hoy mismo, aunque las personas que opten por esta opción tendrán que acomodarse en el espacio que quede libre en la parte más alejada del escenario.
Todos los asistentes deberán entrar con mascarilla, permanecer con ella hasta que se acomoden en su mesa y usarla siempre que se levanten para ir al baño o pedir una consumición. "Va ser el primer concierto y servirá también como una especie de ensayo de prueba y error para ver qué funciona y qué no", apunta Leiro.
En Cangas, Salasón vuelve a ofertar música en directo con dos propuestas: mañana con Los Nachos, un grupo de pop-rock de Bueu, y el sábado con Querido Extraño, el alter ego de Arturo Delgado. Con las disposiciones de la nueva normalidad la sala no puede superar un aforo de dos tercios, que significa un máximo de 100 personas. No obstante, por voluntad propia lo ha reducido aún más. "Vamos a tener un máximo de 70 personas para la seguridad del público, de la banda y de todo el mundo. Es una cuestión de bien común: no queremos que haya nuevos cierres", explica su responsable, Henry Pérez.
Los conciertos están programados para las 22.30 horas, pero con una particularidad. La venta de entradas se hace a través de internet y si las entradas se agotan se programaría otro pase, a las 21.00 horas y duraría una hora. . "Luego necesitamos media hora para limpiar y desinfectar la sala para el segundo concierto", añade Pérez.
La apuesta de Salasón para este verano pasa por ofrecer actuaciones los viernes y sábados y con prioridad para grupos gallegos y del resto de España. "Es una forma de apoyar a los artistas nacionales, que se han quedado sin actuaciones después d ela cancelación de muchos festivales", defienden.
