Comienzan en Cangas las quejas por las restricciones de acceso a las playas. El fin de semana pasado fue cruel para los restaurante s de Donón. La señal de prohibido el acceso rodado se puso nada más llegar al pueblo, lo que impedía que los vehículos llegaran a la Caracola, donde hay espacio para aparcar. Además, desde allí las playas están muy lejos. Por lo que no se entendió esta drástica decisión. Pero vendrán más quejas, porque la hostelería quiere aprovechar algo del verano, que parece que se presenta caluroso y de esa manera poder recuperarse de las pérdidas que tuvieron por culpa del confinamiento .