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La fiebre de las piscinas llega al Morrazo

Meco, ese bar de Bueu. Ahí está su propietario, conocido también con el sobrenombre de Meco. Viste una original mascarillas de tela que luce con orgullo en medio de este revuelo de cuál es la acertada y cuál no. Lo que no tapa esta mascarillas de colores es la sonrisa de sus ojos. Santos Álvarez

Es la fiebre de las piscinas portátiles que se solicitan via on line es tal que la demanda ya supera la oferta. Las compañías repartidoras están deslomadas con tanto pedido de piscinas. La amenaza de contagio en playas hace que la gente opte por un método refrescante más íntimo que una playa. Además, en torno a las piscinas también se reúne gente. Ahora con la nueva fase hasta casi veinte. Para entrenar como lo hace Mireia Belmonte, no; pero para pegarse un chapuzón, sí.

Bandeiródromos

Tiene razón el alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, debía de haber lugares apropiados para manifestarse. Como hay rockódromos, también puede haber manifiestódromos o bandeiródromos. En la Grecia antigua ya había determinados lugares donde uno podía acudir a quejarse. Estas fórmulas funcionarían muy bien en las grandes ciudades, porque no se entorpecería la circulación ni la vida cotidiana los fines de semana, que es cuando acostumbran a celebrarse estos. Por cierto, esta situación del estado de alarma es cada vez más confusa. Por ese decreto se prohibían las manifestaciones debido al temor al contagio, pero resulta que los jueces las autorizas. ¡Un sindios!. Porque las del 1 de mayo se prohibieron.

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