Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ons recupera a sus isleños

Medio Ambiente autoriza los viajes a la isla, de momento reservados solo para los vecinos

35

Ons vuelve a una primera normalidad

El muelle de Bueu recuperó ayer una de sus imágenes clásicas: los vecinos de Ons embarcando en el barco de pasaje con sus carros llenos de ropa, comida y otros enseres. Pero a ese equipaje ahora hay que unir otros elementos imprescindibles: las mascarillas protectoras, obligatorias en cualquier medio de transporte público, y los guantes. Son las consecuencias de la pandemia provocada por el coronavirus.

La entrada en la fase 1 de la desescalada permite los desplazamientos a segundas residencias dentro de la misma provincia y la Consellería de Medio Ambiente autorizó a la naviera Nabia a fletar un barco desde para el trasladar únicamente a los vecinos con casa en la isla de Ons. La embarcación zarpó del puerto a las 10.00 horas con cerca de una treintena de isleños a bordo, que podrán regresar hoy a Bueu en otro viaje a las 18.30 horas. Todos mostraban sus ganas de volver a sus casas, cada uno por diferentes motivos. "Nos avisaron el propio viernes de que podríamos viajar hoy [por ayer], si no seguro que las reservas serían más", explicaba el personal de la naviera. De momento ninguno de los negocios de hostelería de Ons está abierto y aún habrá que esperar a las próximas fases de la desescalada.

Entre el pasaje estaban Pepi y Zulema Pérez, las hijas de Cesáreo y Victoria, un matrimonio de isleños que reside prácticamente todo el año en Ons. No íbamos a la isla desde el verano pasado. Teníamos pensado ir en Semana Santa, pero no pudo ser por el confinamiento", explicaban. Con ellas viajaban Martina y Carmen, las bisnietas de Cesáreo y Victoria. "Ya tienen otro bisnieto, Manuel, pero aún no lo conocen porque nació durante el estado de alarma", cuentan.

La declaración del estado de alarma cogió a Manuel Neira y a su familia en Ons, en la casa que tienen en la zona de Chan da Pólvora. Ellos decidieron venirse a Bueu y ahora regresan a la isla para acabar los arreglos que estaban haciendo en la vivienda. "Cuando empezó esta situación estábamos limpiando y restaurando. Ahora a ver si aprovechamos este fin de semana para acabar de pintar las paredes", cuenta junto a su mujer e hija, Virgina y Clara.

El estado en el que pueden estar las viviendas y los terrenos anexos es una de las principales preocupaciones de la mayoría. "Después de la lluvia y ahora con este calor seguro que está todo emboscado", apunta Marcelino Piñeiro, de 77 años, y con una casa en Canexol. Tanto él como su esposa, Gloria, estuvieron en Ons antes de que se decretase el estado de alarma y ahora regresan para pasar el fin de semana y atender los cultivos. "Plantamos unas patatas y ahora tenemos que cavar la tierra. También llevamos algo de sulfato", contaban mientras se colocaban las mascarillas antes de embarcar en el "Pirata de Ons".

A bordo todo el mundo intentaba respetar las medidas de seguridad recomendadas y mantener la distancia. Entre el pasaje estaban Manuel e Iria Pérez, que llevaban bien envuelta una empanada de atún y una buena ración de "pan de millo". Ellos tenían muy claro su plan de acción para este fin de semana: "Limpiar, hacer la comida, desbrozar, pasear, ir a la playa y respirar aire puro", decía prácticamente de corrido Iria. Llevaban desde el verano pasado sin poder ir a su casa, en el lugar de Canexol, y se temían que la maleza "llegue hasta arriba".

Compartir el artículo

stats