La presidenta de la Mancomunidad do Morrazo y alcaldesa de Moaña, Leticia Santos, mantuvo hoy una reunión telemática con sus homólogos de Cangas, Xosé Manuel Pazos; y de Bueu, Félix Juncal, con la participación del interventor de la entidad Miguel Santirso, para acordar medidas de apoyo a los sectores más afectados por esta crisis sanitaria del Covid-19 en relación a la tasa de la basura, que se cobra en dos plazos semestrales. Así, se acordó modificar la ordenanza para aplicar una exención del pago del recibo primer semestre de 2021 a las empresas que han tenido que cerrar en el estado de alarma, y solicitar al ORAL, que es quien recauda el recibo en O Morrazo, que el pago del segundo semestre de este año, se pueda realizar en el primer trimestre de 2021.

De igual forma, se modificará la ordenaza para eximir del pago a las familias en exclusión social, previo informe de servicios sociales. Las personas perceptoras del Risga ya tenían descuentos en esta tasa. Santos asegura que el acuerdo, que se trasladará a los grupos, fue unánime de los tres Concellos y fue la solución más propicia planteada por la Intervención para contribuir a aliviar la carga fiscal.

Por el momento y debido a la suspensión del calendario fiscal a causa del estado de alarma, todavía no se ha pasado el recibo correspondiente al primer semestre ni hay fecha, por el momento, aunque la presidenta asegura que en este año solo se pagará uno. El importe en los domicilios es de 33,93 euros al semestre.

En cuanto a la entrada de la fase 1 de la desescalada, hoy en O Morrazo, se ha dejado sentir con una reapertura masiva de comercios y algunas terrazas. La vuelta a la actividad fue menor en la hostelería. En la calle Eugenio Sequeiros de Cangas, una de las que tiene más terrazas, solo había tres abiertas, pero con buena acogida de público. En Moaña, los comerciantes se mostraron optimistas y se han encontrado que los clientes respetan muchos las normas de higiene y actúan con mucha educación.

Desde la Federación de comerciantes e industriáis do Morrazo (Fecimo), aseguran que la apertura fue generalizada, aunque con poca gente en la calle y que la escasa hostelería que abrió terrazas, ha tenido buena acogida.