Prohibición de acceso para los dos colectivos. Así se resolvió hoy, sin altercados, la segunda jornada de enfrentamiento que viven los percebeiros de Cangas con bateeiros de extracción de mejilla de A Illa de Arousa que quieren trabajar en la zona de Punta Subrido, en Cabo Home, dentro de la costa canguesa da Vela, en donde si bien este trabajo está autorizado por la Consellería de Mar, hay un pacto verbal de los bateeiros de la ría de Vigo con la Cofradía de Cangas para no hacerlo. Ese pacto es respetado desde hace treinta años para evitar daños al percebe.

Pero este acuerdo lo incumplen de forma reiterada mejilloneros de Arousa, aseguran los marineros de Cangas, quienes recuerdan que todos los años se repite esta situación. La Guardia Civil impidió el acceso con vehículos por la pista de acceso a Punta Subrido, que a 100 metros de A Caracola apareció con una zanja de extremo a extremo, que ya imposibilitaba el paso de vehículos.

Los bateeiros -ayer acudieron 6 en tres vehículos- anunciaron que hoy volverían a intentar trabajar. Y así fue, aunque solo se presentaron cuatro en dos vehículos y en la zona de la Caracola, al comienzo de la pista, ya estaban los percebeiros del Plan de Cangas. Tal y como señala el presidente de la agrupación, Fernando Mariño, no estaban allí para impedirles trabajar sino para intentar convencerles, por medio de palabras. Insistieron en los daños que supone extraer la cría de mejillón para su molusco en una zona que ellos vedan y cuidan los 365 días del año para poder trabajar en el el invierno, cuando el fuerte mar impide hacerlo en otros acantilados.

Hasta la zona se trasladaron, al igual que el día anterior, patrullas de la Guardia Civil, Policía Local y técnicos del Servicio de Guardacostas. Estos últimos levantaron acta con la intención de aplicar sanciones a los percebeiros. Desde Guardacostas se les acusa de impedir trabajar a los bateeiros que tienen permiso para ello, pero los percebeiros repiten que ellos no impidieron nada, que solo les dijeron que si bajaban, lo harían también con ellos.

Los percebeiros se habían apostado con sus coches en la pista de Cabo Home y la Guardia Civil les pidió que los retiraran, que trasladaron al aparcamiento de la Caracola. Una vez retirados, la Guardia Civil balizó el camino, en una decisión que “aplaude” el presidente de la agrupación de percebe de Cangas. A las diez de la mañana, y ante la advertencia de las fuerzas del orden de que ninguno de los dos colectivos estaba trabajando y sigue el confinamiento por el coronavirus, se les solicitó que abandonaran el lugar y todos se fueron.

Desde la Cofradía de Cangas, el patrón mayor y el gerente, Javier Costa y David Fernández, respectivamente, realizaban las oportunas gestiones con la Consellería de Mar. Hablaron con la conselleira y la directora xeral, además de con el presidente provincial de cofradías y patrón de Bueu, José Manuel Rosas. Rosa Quintana les pidió calma, paz y sentarse a hablar cuando pase la situación de confinamiento por la pandemia del coronavirus. Desde la cofradía aseguran que se está acusando en falso a los percebeiros de querer impedir la extracción de mejilla a personas de fuera, para poder cogerla ellos y venderla. Dicen que hay que aplicar el sentido común y que si esto fuera así, la mejilla ya no estaba ahí.