El confinamiento motivado por el Covid-19 para evitar la expansión de la pandemia de este virus, ha obligado a mantener en sus casas a dos colectivos para los que salir a su centro de actividades lo era todo. Se trata de la Asociación de padres y madres de disminuidos psíquicos de O Morrazo (Aspamsim), en Cangas; y de la Asociación de familiares de enfermos de alzhéimer de O Morrazo (Afamo), en Moaña. Esa rutina se ha visto truncada por el coronavirus. El presidente de Aspamsim, Carlos Sotelo, que es padre de un joven usuario de 26 años, reconoce que la situación se está llevando bien, que los usuarios lo entendieron desde el primer día, ayudados también por la constante información en la televisión sobre el virus, y que ya solo ahora, después de más de dos semanas de confinamiento, empiezan a preguntar cuándo se va celebrar el festival o cuándos se va a ir de excursión.

En Afamo, su coordinadora Martina Ferradás, admite que hay familias desesperadas porque comprueban que los afectados con esta enfermedad, de pérdida de la memoria, están retrocediendo en su estado. Pero por fortuna, dice, ninguno de los usuarios, hasta ahora, ha sufrido un contagio del virus.

Reconoce que una familia llamó porque una usuaria no se quería levantar de la cama y desde Afamo tuvieron que hablarcon ella y también se ha dado el caso de una madre que pasa el confinamiento en la casa se su hija y que hizo la maleta para regresar a su casa.