En Cangas, la Plaza de Galicia se convierte en la zona cero de los aplausos, caceroladas y ritmos musicales. La gente sale a aplaudir con entusiasmo, pero no solo a los equipos médicos y sanitarios, "sino también a nosotros". Es todo muy improvisado. Un día se toca la gaita, otro el acordeó y hubo un día en el que se escucharon los pasos de Semana Santa. La música con las canciones "Resitiré", "Color Esperanza" , "Xuntos" de Juan Pardo, o la que sonó este sábado, la de "Esta puede ser la gran noche", muy apropiada para la ocasión. La gente canta y baila desde los balcones y ventanas, sigue el ritmo de la música, como lo hacen las luces que se apagan y encienden desde el interior, para dar así más sensación de fiesta discotequera.
En Bueu, la fiesta de los balcones tiene uno de sus referentes en la zona de As Lagoas, donde estos días hubo una fiesta de disfraces y un bingo, en el que cada línea tiene un original y solicitado premio: un rollo de papel higiénico. Eso sí, los ganadores van a tener que esperar un poco para recogerlo. La organizadora deja los cartones del bingo en las plazas de garaje de los vecinos que participan y mediante una aplicación de móvil y tres altavoces se celebra este peculiar sorteo. "Los niños agradecen mucho estas actividades. Durante el Día del Padre grabaron audios para sus padres y luego los reproducimos", explica la organizadora. Ayer, después de los aplausos de las ocho, el vecindario participó en la grabó la canción "Quédate en casa" para una emisora de radio. Para este fin de semana tienen previsto organizar el equivalente a las uvas de fin de año. "Será con lacasitos, chocolate o lo que se pueda para intentar celebrar el fin de la segunda semana", avanzan.
En Moaña, los vecinos de O Rosal acuerdan la música que se pone cada noche. Ahora hasta se conocen y salen al balcón con comida, que se intercambia. Tortilla y Pizza para este picnic de hormigón y teja es el menú más habitual de las 20.00 horas.