La tripulación del atunero "Albacora Seis", hundido el sábado a 260 millas de Costa de Marfil, empieza a regresar a casa, con mucho estrés después de dos días de prestar declaración, primero el martes, ante las autoridades marfileñas y, el miércoles, durante tres horas cada uno de ellos, ante la compañía de seguros. Ayer estaba previsto que ya partiera, vía aérea, el patrón, de origen vasco; y mañana tres de los cuatro tiripulantes gallegos, ya que el capitán, Francisco Pouso, de A Coruña, está previsto que siga unos días más. El engrasador, vecino de Cangas y natural de Moaña, Juan Carlos Pazos Pena y los otros dos tripulantes gallegos, el segundo maquinista de Santiago Manuel Ángel Raíndo Redondo; y el también engrasador, de Ribeira, José Ángel Vilas González; tienen previsto regresar esta noche en avión, vía Lisboa-Madrid.

En el naufragio salvó la vida toda la tripulación, formada por 28 marineros -la mayoría africanos, un cubano, cuatro gallegos y cuatro vascos- y el observador, de nacionalidad holandesa. El atunero, aunque tenía base en el puerto de Vigo y era propiedad de la armadora Icube Tuna Fisheries -de la matriz vasca Nicra-7- operaba con bandera de Curazao, en las Antillas holandesas.

La tripulacion, según las fuentes consultadas, está muy estresada. Desde la habitación del Gran Hotel de Abidján, en donde están alojados los marineros, aseguraban que "lo importante es que todos estamos bien". No querían otra cosa que poder regresar cuanto antes a sus casas, ya que son muchos días de estrés a los que se suman los meses que ya fuera de sus hogares,desde octubre, cuando empezó la marea que iba a concluir para ellos en mes y medio. Pero una vía de agua, por causas que se desconocen, truncó los planes, el barco se hundió pero afortunadamente todos salvaron la vida,en una evacuación sin contratiempos, pero con mucha tensión, tal y como manifestaron cuando fueron rescatados.

A pesar de que algunos se quejaban de la "faena" de que con las prisas se le había quedado la cartera con 500 euros; a otro sus gafas como también su móvil; las caras de todos los que subieron a bordo de los barcos atuneros que fueron al rescate, en un primer momento el "Montelape" y después el "Kurtzio", eran reflejo del susto por el que pasaron. Estaban achicando el agua, cuando el barco se quedó a oscuras.

Cuentan que debido a la gran cantidad de agua, la luz se apagó y se encendieron las luces de emergencia. En ese momento ya saben que el barco se va pique, pero no cuándo, y empezó una evacuación de toda la tripulación a la lancha auxiliar de trabajo o panga. Allí estuvieron los 29 tripulantes hasta que pronto fueron rescatados por el "Montelape". "No sabes si el barco va a dar la vuelta y si te pilla dentro, ¡a ver por dónde sales! ya es casi imposible en un coche, cuánto más en un barco", aseguran las fuentes consultadas.

Las bombas de achique del "Albacora Seis" no daban abasto y entraba más agua de la que salía. Los barcos más próximos en acudir a la alerta que dio el capitán a Salvamento Marítimo fueron el "Montelape" que recogió a toda la tripulación en la panga y el "Kurtzio" que llegó unos 40 minutos después de la voz de alerta. Fue el que trasladó a la flota al puerto de Abidjan.