Los colectivos de la parroquia de Domaio han mostrado, en una reunión convocada por los padres de alumnos del Anpa y Monte Faro, su rechazo en bloque al proyecto del Concello del Camino Escolar Seguro de Domaio. En la reunión, celebrada en el club de jubilados, y con la asistencia de unas 200 personas, estuvieron representantes de la Asociación O Porto, Animodo, Comisión de fiestas, Comunidad de montes, clubes de fútbol y ciclismo y Poza da Moura, además del concejal de Movilidad, Rodrigo Currás, que acudió como único representante del gobierno local, para explicar y defender el proyecto

El presidente del Anpa, David Vidal, asegura que el rechazo fue unánime, que el proyecto presentado por el Concello, financiado con fondos de la UE a través de la Diputación, se está amparando en una situación de inseguridad "que no es real", con la única finalidad de no perder la financiación, ya que las familias que llevan a los niños en sus coches no se juntan con los autobuses, o bien lo hacen antes o después ya que los propios buses bloquean el acceso. En este sentido aseguran que el Concello se está basando en un principio de inseguridad que es "irreal" y que el gran problema de inseguridad está en la carretera provincial, cuyo arreglo se demanda desde hace años y que supone un peligro por su estrechez y curvas para los vehículos y el transporte escolar. Sin embargo esta obra no se plantea en la fase 1 del proyecto que es el del camino escolar.

Lo que quieren las familias de Domaio es seguir teniendo su espacio de aparcamiento, -ahora estacionan en la zona del pabellón- y poder continuar llevando de la mano a los niños, sobre todos a los de 3 años, hasta la entrada del colegio. Quieren que la pista de acceso al pabellón sea pública, también en horario escolar y que los dos apeaderos denominados en el proyecto "bica e arrinca" o "kiss and go", para dejar a los niños y arrancar, se trasladen a esta zona y no estén en la carretera provincial. Sería una pista no solo para vehículos autorizados, sino que también podrían hacer uso de ella y de sus aparcamientos, padres y vecinos que tengan allí sus fincas.

Los vecinos insisten en que este proyecto podría poner en peligro el fututro del centro que ya pierde una media de doce alumnos por año, puesto que hay familias, como las del municipio de Vilaboa, que no tienen derecho al transporte escolar y deben de llevar a los niños en sus coches. Si se dificulta aparcar, se pierden alumnos.

El proyecto del Concello contempla un camino seguro circular alrededor del colegio, con dos zonas para dejar a los niños, las denominadas "bica e arrinca" o "kiss and go" y una plaza delante de la entrada del recinto, que serviría para maniobrar los autobuses.La zona actual de aparcamiento delante del pabellón sería para uso de los profesores en horario escolar y también para familias autorizadas por problemas de salud o discapacidad de los niños y padres voluntarios para encargarse de llevar de la mano a los niños del "kiss and go". Estos "kiss" se ubican junto a la plaza, en cada sentido con capacidad para 4-5 coches uno de ellos y 5-6 el otro, y diseñados como espacios para dejar a los niños y arrancar, sin llegar a ser aparcamiento.

Currás asegura que aunque en la reunión se habló de un rechazo total "también hubo momentos en el que se valoraban ciertas modificaciones", como permitir el uso del espacio de aparcamiento a los padres con niños de 3 años durante un período de adaptación o todo el curso. De todas formas, reconoce que lo que quieren los vecinos es poder seguir aparcando libremente y que los kiss se ubiquen en el entorno del pabellón, y eso hace "complicado el proyecto". Añade que estas cosas "no parecen compatibles con las bases de la convocatoria de subvenciones para proyectos de caminos escolares de la Diputación". De todas formas, intentará seguir defendiendo el proyecto porque contempla "una mejora importante para el barrio con un inversión muy generosa, entorno a los 300.00 euros", aunque dice que no es quien para tomar una decisión, que tendrán a esperar a que los colectivos se pronuncien por escrito "y analizar en el gobierno cuál debe de ser el siguiente paso para conseguir el máximo consenso". Insiste en que el proyecto fue hecho "con mimo, que por parte del Concello hubo interés en que hubiera la máxima participación, pero que obviamente debe de cumplir con el objetivo que es procurar un entorno en el que los conductores perciban que se trata de un entorno amable pra peatones de manera que se fomente la autonomía gradual de los niños".