-¿Qué opinión le merece el copago farmacéutico?

-Es otra forma de exclusión. Con ese sistema se ha generado un grupo importante de gente, en torno a 1,4 millones de personas, que no retira en la farmacia los medicamentos que le han prescrito los médicos porque no pueden hacer frente al porcentaje que tienen que pagar por ellos. En consecuencia, empeoran de sus enfermedades. Hay que garantizar una sanidad pública, universal y gratuita.

-Detectados los problemas, ¿qué soluciones se ofrecen?

-En síntesis, pasan por una financiación suficiente, la dotación de más camas hospitalarias, potenciar la atención primaria y garantizar un sistema de participación social para que la ciudadanía sea consultada y tenida en cuenta. Se necesita una mayoría social dispuesta a defender la sanidad pública y movilizarse por ella, profesionales implicados y un gobierno comprometido con esas políticas. Hay que trabajar para que se den estos tres factores y hay que ser optimistas para lograrlo.