Tan solo tres minutos. Es lo único que necesitó el ladrón para cometer el robo en la madrugada de ayer en la cafetería Magaluf, situada en la céntrica calle Johán Carballeira de Bueu. En ese tiempo, un visto y no visto, fue capaz de abrir un hueco en la cristalera de seguridad del local, colarse en el interior, reventar la máquina tragaperras, hacerse con la recaudación de la misma y huir antes de que en el lugar de los hechos se personasen tanto la Policía Local de Bueu como la patrulla de la Guardia Civil de Moaña.

El suceso se produjo a las 3.24 horas, tal y como se registró en las cámaras de seguridad del establecimiento, cuando un varón encapuchado rompió el escaparate ayudándose de un utensilio similar a una maza. A continuación se introdujo en el interior del local y se dirigió a la máquina tragaperras. Sin vacilar la reventó y se llevó consigo los cajetines de la misma en donde se guarda el dinero. El reloj marcaba entonces las 3.27 horas. Se desconoce si el hombre actuó solo o si lo estaba esperando alguien en el exterior y si huyó a pie o tenía un vehículo en las inmediaciones.

Cuando las fuerzas de seguridad recibieron la alerta de la central de alarmas ya habían transcurrido más de diez minutos desde que el encapuchado había abandonado el lugar de los hechos, por lo que no pudieron hacer nada para proceder a su detención.

El botín que se llevó consigo el ladrón no fue excesivamente cuantioso, ya que la recaudación de la máquina había sido retirada el sábado. En la misma únicamente había el dinero que se deja habitualmente como remanente y el que se había recogido durante la jornada de domingo.

El de ayer es el sexto robo en cafeterías de la comarca desde el pasado mes de octubre siguiendo el mismo modus operandi. Los cuatro anteriores se produjeron en Moaña y Cangas, el último de ellos en la madrugada del domingo cuando los asaltantes rompieron alrededor de las cinco de la madrugada la cristalera de la cafetería Cibeles, en la urbanización de O Rosal, y forzaron la máquina tragaperras para hacerse con los cajetines de la recaudación.

A finales de noviembre la víctima fue la cafetería Atria, también en O Rosal, con un "golpe" en el que se llevaron alrededor de 2.000 euros. Esa misma madrugada también hubo un robo en la tapería Terra de Graña, en la avenida de Marín (Cangas). Anteriormente se había robado también en la propia cafetería Atria y en un bar en Domaio.