La historia tiene a veces guiños curiosos, casi retorcidos. Poco después de que tras una larga maniobra el "Nodales" consiguiese salir a la superficie tras 36 horas hundido entraba en el puerto de Bueu el "María Guadalupe", otro bateeiro que justamente un 26 de diciembre de 1989 emergía de las aguas de la dársena tras sufrir un suceso idéntico al del "Nodales". 30 años después la historia se repite. El balandro fue reflotado alrededor de las 13.00 horas después de que dos buzos enganchasen unas eslingas en la proa y en la popa y con la ayuda de dos grúas que se encargaron de izarlo hasta alcanzar la línea de flotación. Todo ello en medio de una frenética actividad de descarga de mejillón: después de varios meses cerrados los polígonos de Bueu están todos abiertos y se intenta aprovechar el tirón de la campaña navideña.

El operativo, coordinado por la empresa Grupo Roslev, comenzó a primera hora de la mañana y fue necesario cerrar el acceso al puerto, al que solo se permitía acceder a los camiones que acudían cargar el mejillón. El objetivo era mantener una amplia zona despejada para que las dos unidades de Grúas Rubio pudiesen trabajar con seguridad.

La primera fase de la operación consistió en la retirada de material de la cubierta del "Nodales" para intentar aligerar el peso: cuerdas, maquinaria, el cesto del mejillón... Todos estos elementos fueron enganchados por los dos buzos y luego izados a tierra con la ayuda de un camión-grúa de la empresa local Saneamientos Caldas. En superficie había preparados otros tres buzos por si se registraba algún problema y era necesaria su intervención.

El bateeiro Nodales asoma de nuevo a la superficie // SANTOS ÁLVAREZ

A las 10.30 horas llegaba al puerto de Bueu la primera de las grúas, con capacidad para levantar hasta 150 toneladas. Media hora más tarde llegaba la segunda, más pequeña y con un tope de 100 toneladas. Los buzos regresaron al agua para proceder a enganchar las eslingas a la proa y a la popa del "Nodales". Apenas pasaban unos minutos del mediodía cuando las dos grúas empezaban a tirar del bateeiro, una maniobra que se dividió en dos fases por motivos de seguridad. En la primera lo que hicieron fue desplazar el barco para acercarlo al muelle. A continuación fue necesario desenganchar las cadenas y que las dos grúas se reposicionasen. Esto es, se movieron unos metros para colocarse más cerca del borde del muelle. "Había que hacerlo así porque estaban cerca de su límite de carga y existía riesgo de que rompiesen las eslingas", explicaban los responsables de Grupo Roslev.

Una vez recolocadas las grúas se procedió a enganchar de nuevo las eslingas para intentar el izado. La grúa de 150 toneladas se encargó de elevar la popa y la de 100 toneladas la proa. Eran ya las 13.00 horas cuando de una manera suave las máquinas comenzaron a tirar y el "Nodales" comenzó a emerger del lecho marino. Estaba situado a entre seis y siete metros de profundidad y las grúas lo elevaron aproximadamente tres metros, lo suficiente para llegar a la línea de flotabilidad.

La primera parte del trabajo se había completado con éxito. A partir de ese momento el protagonismo pasó a las motobombas y mangueras. Mientras las grúas sostenían al "Nodales" estas máquinas comenzaron a achicar agua. La cubierta y la bodega, donde están los motores, estaban completamente inundadas, lo que aumentaba considerablemente el peso del buque.

Hundimiento en Bueu: un bateeiro a pique en plena Nochebuena // DAVID GARCÍA

En este punto las dos grúas estaban cerca de su límite y la de popa sostenía un peso superior a las 100 toneladas. Fueron más de dos horas expulsando continuamente agua hasta conseguir que progresivamente el bateeiro se mantuviese a flote por sí mismo. Poco antes de las 16.00 horas se procedió a soltar la eslinga de popa y apenas un cuarto de hora después la de proa.

Durante la jornada se mantuvo la duda de si se optaría por remolcarlo a Marín o si se izaría a la rampa de varada de Bueu con la grúa "travel lift" del puerto. Finalmente, poco antes de las 18.00 horas el armador optó por esta segunda alternativa. Las causas del hundimiento aún están pendientes de la investigación técnica, pero aparentemente no se aprecian daños o vías de agua en el casco. Esto parece corroborar la hipótesis de que una defensa pudo engancharse en la escalera del muelle.

Al "Nodales" le espera ahora un periodo de al menos entre dos y tres meses en el dique seco. Los motores del barco son recuperables, pero requieren un cuidadoso proceso de limpieza. Pero todo el equipamiento electrónico para la navegación deberá ser sustituido.

El resto del sector bateeiro de Bueu ha comenzado a traducir las palabras de solidaridad en hechos. Ayer el "Ruzai" fue al mar para descargar mejillón de bateas del "Nodales". Tanto el día de Navidad como ayer no faltaron compañeros, ya fuesen de Cons de Udra o de Socomebu, que ofrecieron sus embarcaciones para que la tripulación del "Nodales" pudiese descargar y aprovechar también la esperada campaña navideña.