El temporal "Elsa" se marcha y hoy llega "Fabien". Pero antes de su despedida "Elsa" aún dejó más incidencias. Una de las más significativas fue el desplome de parte de un muro sobre el Eirado de Cela, un espacio de titularidad vecinal en el que se desarrollan las fiestas de la parroquia y celebraciones como la Festa do Tinta Femia. Afortunadamente, a pesar de la magnitud del derrumbe, no hubo que lamentar daños personales.

El muro es de propiedad particular y el tramo afectado mide unos diez metros de largo por seis de alto. En el momento en el que se registró el suceso se celebraba un funeral en la iglesia, por lo que había coches estacionados en el Eirado. Sin embargo, ninguno de los vehículos se vio afectado por el desprendimiento. Los restos del derrumbe se quedaron a escasa distancia de los automóviles más cercanos.

Los vecinos alertaron a la Policía Local de que hay otro tramo del muro, que linda con el camino que comunica el Eirado con la antigua escuela de Torrecino, que también presentaba riesgo de caída. Por esa razón la brigada municipal de Obras e Servizos procedió a vallar el sendero para evitar el tránsito por este lugar.

No fue el único incidente registrado en Bueu antes de la despedida de "Elsa". En la madrugada del jueves al viernes hubo otro desprendimiento en la carretera provincial EP-1302, que comunica Beluso y Cabo Udra. En las inmediaciones de la intersección hacia el Camiño da Vela hubo un derrumbe de tierra, piedras y árboles, que ocuparon completamente la calzada. Hasta el lugar se desplazó la Policía Local de Bueu y los Bombeiros do Morrazo, que procedieron a retirar los ejemplares de laurel que ocupaban parte de la vía. De esta manera se pudo reabrir al tráfico uno de los carriles de circulación.

La vía es de titularidad de la Diputación de Pontevedra y una brigada de servicios acudió a primera hora de la mañana de ayer a limpiar y despejar la zona. Antes del mediodía ya era posible circular de nuevo con normalidad por esta carretera.