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Una empresa centenaria resurgida de sus cenizas

La actividad industrial de Lago Paganini es desde hace tiempo centenaria. La empresa se fundó en 1915 por Pietro Montemerlo Botassi y fue una de las 16 conserveras con las que llegó a contar Cangas durante la época de mayor esplendor de esta industria.

Lago Paganini es, literalmente, una compañía que fue capaz de resurgir de sus propias cenizas. Quizás el momento más duro de su centenaria historia fue el incendio que calcinó sus instalaciones en diciembre de 2011, a solo unos días de las fiestas navideñas. Aquel devastador fuego acabó con las instalaciones físicas de la empresa y sumió en la incertidumbre a la plantilla. Pero las llamas no fueron capaces de acabar con la ilusión y las ganas de sus propietarios. En apenas seis meses y con la ayuda de las administraciones fueron capaces de recuperar la actividad en la fábrica que ocupa actualmente, en el área industrial de A Portela. En el anterior emplazamiento de Ojea aún mantienen unas instalaciones en las que comercializa parte de sus productos.

Este nuevo traslado la convertirá en vecina de Palacio de Oriente, de la familia Alonso. Curiosamente estas dos conserveras señeras en el sector pasaron por el mismo trago con apenas unos meses de diferencia. La factoría de Alonso sufrió un incendio en agosto de 2012, del que también consiguió recuperarse.

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