La situación en Moaña es bien distinta a la de Bueu y en cuanto a licencias para edificios, "hay contención", apuntan las fuentes consultadas. Sigue pendiente la solución para la macrourbanización inacabada de Golf Domaio, junto al campo de golf. Precisamente, el colectivo Luita Verde criticaba esta semana que el concello siguiera sin responder a su solicitud de 14 de marzo para iniciar el expediente de caducidad de las licencias concedidas en febrero de 2001 y junio de 2003, por la comisión de gobierno local para 50 y 40 viviendas, respectivamente, a Construcciones Mirón y Agarvi.

Luita verde asegura que desde el Concello tampoco se respondió a la Valedora do Pobo a quien presentaron una queja. Recuerdan que el Concello tiene pendiente de cobro el aprovechamiento edificable, que se valoró en 1994 en 200 millones de las antiguas pesetas (1,2 millones de euros), de las que la JUnta de Compensación de la Urbanización solo ingresó 76,5 (459.774 euros) y el resto tenía que estar pagado en 2001. Añade que después de más de 16 años de la concesión de licencias, no hay aval de las obras de urbanización de las 90 viviendas y la mayoría no están ejecutadas -solo una docena tienen licencia de ocupación y medio centenar están iniciadas sin rematar, en una stiaución de deterioro ambiental.

En Cangas tampoco hay solicitudes de licencias para grandes edificios, como revelan las actas de las juntas de gobierno y la mayoría de las peticiones qiue entran en el Concello están relacionadas con construcciones de viviendas unifamiliares y rehabilitaciones. No hay movimiento tampoco para sacar adelante proyectos de hoteles que se habían presentado hace años, como el de Ameixide, ni para Massó, pero algunas promotoras han mostrado interés en comprar urbanizaciones de chalés abandonadas a consecuencia de la crisis del ladrillo. En Vilariño sigue pendiente de concesión la licencia para un edificio, cuyo retraso en el Concello motivó un proceso judicial.