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Dani Amor: "La libertad de expresión está en peligro y es importante reflexionar porque nos afecta a todos"

La Bendita Compañía y El Terrat estrenan hoy una obra que pone al público ante el dilema de los límites del humor

El equipo de La Bendita Compañía y El Terrat en la presentación oficial en el Singlot Festival. Dani Amor, primero por la izquierda, agachado. // El Terrat

La Mostra de Teatro de Cangas acoge hoy el estreno de "La gran ofensa", una obra en la que se reflexiona sobre los límites del humor. Se trata de una producción de El Terrat [la productora de Andreu Buenafuente] y La Bendita Compañía. La función de hoy en Cangas [22.30 horas en el Auditorio] será el estreno y forma parte del proyecto de hermanamiento entre la Mostra y el Singlot Festival, que se celebra la próxima semana en Sant Feliu de Guixols (Girona). La trama gira alrededor de dos cómicos que, tras un chiste, son procesados e intentan evitar la cárcel. "La gran ofensa" está protagonizada por Artur Busquets, Betsy Túrnez, Cristian Valencia y Dani Amor, que habló para FARO.

- ¿Cómo acogen la invitación para presentar "La gran ofensa" en la Mostra Internacional de Teatro Cómico e Festivo de Cangas, una muestra con 36 años de trayectoria?

-Para nosotros es un orgullo enorme participar en la Mostra y nos tomamos esta oportunidad como un gran reto. Esperamos no dejar indiferentes a nadie.

- La representación en Cangas supondrá el estreno de "La gran ofensa. Supongo que son momentos de ciertos nervios y hasta incertidumbre. ¿Cuáles son sus sensaciones y expectativas?

-Tenemos muchas ganas de que la gente de Cangas la vea. Hemos probado la función delante de un grupo reducido de personas y queremos probar cómo funciona al mostrarla ante un gran público. Además, el público juega un papel preponderante en nuestra obra, ya que es él quien decide el final de la misma.

- En el mundo del espectáculo es habitual esa manida coletilla de "basado en hechos reales". Creo que de alguna manera esa afirmación se ajusta a la realidad de "La gran ofensa".

-Sí. Podríamos decir que en vez de "basada en hechos reales", estamos hablando de una obra que "se nutre de hechos reales". Partimos de una situación que podría ser real y la ficcionamos. Pero a nadie le extraña a estas alturas que dos cómicos puedan ser juzgados por un chiste, ¿verdad?

- ¿Cuál es el chiste que les cuesta a los personajes la demanda judicial?

-La verdad es que preferimos dejar eso como sorpresa dentro de la obra. Lo que queremos preguntar al espectador es si alguien debería ser procesado por un chiste. ¿Importa realmente el tema o la construcción del mismo? Quizá deberíamos atacar el tema de una forma más general y esa es la reflexión que queremos que haga el público.

- ¿Cómo se plantean esta reflexión sobre los límites del humor?

-En "La gran ofensa" podremos ver algo que todos hemos deseado alguna vez: al cómico y al denunciante cara a cara. Allí cada uno expone sus argumentos, sin olvidar que estamos hablando de una comedia irreverente. Pero os aseguro que la escena no os dejará indiferentes.

- ¿La obra que representarán ofrece al espectador una respuesta acerca sobre los posibles límites del humor o se deja de alguna manera en el aire para que cada uno reflexione y saque sus conclusiones?

-Nosotros tenemos nuestra opinión al respecto. Si bien es cierto que el espectador elige el final de la obra, en ambos finales queda muy clara nuestra postura y la visión que queremos transmitir sobre el tema. No sé si seremos capaces de convencer al público de Cangas, pero creo que como mínimo cada espectador saldrá con una opinión más formada.

- ¿Y cuál es su opinión: hay que delimitar algún tipo de frontera o se debería poder hacer humor con todo?

-Cada una de las posturas tiene sus argumentos y los dos son muy válidas. Al final, como en la vida, no todo es blanco o negro. Simplemente hay que escoger que escala de gris nos convence más. Mi opinión se la cuento al acabar la función tomando una caña. ¡Aunque sea catalán, yo invito! [risas]

- En los últimos años hemos visto a músicos declarar ante la Audiencia Nacional, raperos condenados, procesos judiciales por chistes y menciones religiosas, una imputación a Dani Mateo por sonarse con la bandera? ¿está la libertad de expresión en peligro en España?

-Sí, todos estos hechos que vienen pasando desde hace meses corroboran que la libertad de expresión está en peligro en España. En esta obra de teatro nos parecía muy importante abordar este tema y que el público reflexionara sobre él, ya no solo durante la obra, sino también fuera del teatro. La libertad de expresión nos afecta a todos.

- Por último, ¿creen que a veces el problema es que más que ofensas hay personas o colectivos que quieren sentirse ofendidos?

-Es cierto que hay gente que aprovecha estas polémicas para sumarse al carro de los ofendidos. Hemos visto a gente hacer linchamientos en Twitter por un chiste que ni siquiera habían visto. Pero también es cierto que si no se hubiera criticado en su momento al humor machista o racista, seguramente muchos de los movimientos sociales de los que tan orgullosos nos sentimos no tendrían el mismo impacto en la sociedad. El humor es causa y efecto, pero sobre todo es humor. Así que está muy bien reflexionar, pero sobre todo queremos reír. Entonces la gran pregunta es: ¿Se puede hacer humor de todo?

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