Más de 4.000 motos tomaron ayer las carreteras de la comarca durante la octava concentración motera de Bueu, que organiza el Motoclub Moteros do Morrazo. El buen tiempo animó a los aficionados a las dos ruedas, que se desplazaron hasta la localidad bueuesa para participar de las actividades de una cita plenamente consolidada.

Los motores comenzaron a rugir en la tarde del viernes, pero ayer era la jornada más intensa en cuanto a actividades. A las 17.00 horas salía desde el centro de Bueu una larga caravana de motocicletas que se disponían a realizar un recorrido por O Morrazo. El itinerario preveía el paso por el centro de Cangas, autorizado por la Guardia Civil de Tráfico, pero a última hora tuvo que variarse debido a que el casco urbano cangués estaba cerrado al tráfico debido a las actividades de "Xoguemos no peirao". La ruta congregó a más de 4.000 motos llegadas desde todas partes de Galicia y de fuera de la comunidad. Primero enfilaron por la PO-551 en dirección al Alto da Portela. A la altura de Trasouto se registró un accidente leve, con la caída de uno de los moteros. Afortunadamente no sufrió heridas de consideración.

Los participantes continuaron por A Madalena y Coiro, pero no llegaron a desviarse hacia el lugar de Espíritu Santo sino que bajaron por la EP-1001 en dirección a la Avenida de Lugo y al cruce del Galas. Desde allí volvieron a la PO-551 en dirección a Pedra Alta, donde enfilaron hacia el puerto de Aldán. Allí tuvo lugar una "parada técnica": un alto en el camino para disfrutar de un pincho. Tras un receso de unos 20 minutos la caravana arrancó de nuevo los motores para volver hacia Bueu por la carretera de la costa, atravesando las parroquias de Aldán y Beluso.

Uno de los momentos más esperados fue la exhibición a cargo de Paulo Martinho y de Martín Volador. El primero es ya un clásico en la concentración de Bueu y el segundo es el joven piloto de trial Martín Riobó, que realizó una de sus primeras exhibiciones. Los aficionados a las dos ruedas pudieron disfrutar del manejo y de la pericia de estos dos ases del mundo del motor y algunos incluso se atrevieron a formar parte de su espectáculo. Al igual que el año pasado fue en la calle Ramón Bares, lo que obligó a un dispositivo especial de tráfico por parte de la Policía Local. Durante la exhibición se cerró un tramo y la circulación se desvió por la calle A Pedra.

La jornada de ayer incluía también un concurso de motos lentas y una prueba de decibelios. La organización brindó a los inscritos una cena especial consistente en una paella de mariscos para recuperar fuerzas. Uno de los momentos más emotivos estaba previsto para la medianoche. Alrededor de las 00.30 horas estaba programa la conocida como ruta de antorchas, que estaba previsto que saliese desde As Lagoas para subir hacia el polígono de Castiñeiras por la carretera de O Valado. Desde allí los moteros pusieron rumbo hacia Beluso y luego a Bueu para disfrutar del fin de fiesta.

La concentración culminará hoy con una nueva exhibición de Paulo Martinho y Martín Volador, una marcha hacia Marín y con una sesión vermú en la que se entregarán los trofeos de este año.