La construcción del nuevo edificio judicial de Pontevedra entra en su recta final. Con cierto retraso, dado que la previsión de la Xunta era que pudiera estar finalizado para el mes de abril, el edificio podría estar completamente finalizado en el verano, según confirmaron ayer fuentes de la Consellería de Xustiza.

En estos momentos, se están llevando a cabo los trabajos de recubrimiento de la fachada con elementos de madera que serán uno de los elementos significativos que marcarán la imagen de este inmueble. De hecho, el avance de las obras en la nueva sede judicial ya permite hacerse a una idea de la fisonomía que va a tener este edificio en el que la Xunta está invirtiendo 21 millones de euros.

Arrancará albergando a 14 juzgados que se trasladarán aquí desde el actual edificio de A Parda (con el que está conectado con una pasarela), la Audiencia Provincial (en donde solo quedarán las cuatro secciones de este tribunal) y los locales provisionales de la calle Germán Adrio, en donde se sitúan actualmente los juzgados de lo Contencioso-Administrativo. El actual edificio quedará exclusivamente para el ámbito penal y la Fiscalía, además del Imelga y otros servicios. Con todo, el inmueble tendrá capacidad para un total de 28 unidades judiciales más, por lo que resuelve la necesidad de espacio para la administración de Justicia durante décadas.

Según explican desde Xustiza, se espera que una vez que este mismo verano finalicen las obras se procederá, de forma inmediata, a solicitar al Concello de Pontevedra la correspondiente licencia de primera ocupación. Inmediatamente después se procedería al traslado de los trabajadores al nuevo edificio judicial. No va a ser tarea fácil dado que un total de 110 funcionarios deberán mudar su lugar de trabajo a este nuevo edificio desde las antiguas oficinas.

El nuevo inmueble supondrá poner fin a los problemas de hacinamiento y falta de espacio que existen actualmente al ganarse una superficie total de 21.000 metros. Junto con el viejo edificio, la nueva Cidade da Xustiza de Pontevedra será un único complejo de 37.000 metros cuadrados. Además, permitirá centralizar en una misma ubicación a la totalidad de los juzgados actualmente desperdigados por la ciudad, dejando solo aparte las secciones de la Audiencia Provincial de Pontevedra.