Un bajo anexo a una vivienda, en el número 83 de la rúa Lameira, en la parroquia de San Martiño, próximo al casco urbano de Moaña, ardió prácticamente por completo, ayer por la tarde, a causa de un incendio que comenzó tras sentirse una explosión, y que afortunadamente no provocó daños personales.

El local, ubicado bajo una terraza de la vivienda, era utilizado como sala para fiestas particulares de los dueños de la casa y tenía las paredes recubiertas de poliuretano, que provocó que enseguida el fuego se propagara y generara mucho humo. De hecho, la columna de humo era visible desde Chapela, al otro lado de la ría.

Las dependencias afectadas, en donde había una pantalla para sala de karaoke, una barra de bar, además de una cocina y estaba decorado con embarcaciones en el techo, quedó totalmente destruido.

La Axencia Galega de Emerxencias del 112 recibió la alerta de un particular a las 17:05 de que tras una explosión se había originado un incendio en el bajo de esta vivienda., pero sin que ninguna persona se encontrara herida o afectada De inmediato, la central de emergencias movilizó a los Bomberos de O Morrazo, Policía local de Moaña y Protección Civil.

Ya en el almacén, los miembros del Servicio de prevención y Extinción de Incendios e Salvamento, que desplazaron una dotación con un bomba urbana y tres bomberos, sofocaron los focos del incendio y ventilaron bien la estancia. Los profesionales permanecieron en el lugar hasta las 19:30 hasta comprobar que quedaba restaurada la normalidad.

Bombonas

Desde el 112 confirman que el incendio comenzó tras una explosión, ya que según los datos que se le facilitó, en este bajo había bombonas de butano, aunque ayer señalaba que se desconocían las causas de la deflagración. Los bomberos confirmaron que en el interior sí había algunas bombonas de butano, de helio (se suele utilizar para inflar globos) y de nitrógeno (para enfriar botellas), pero no se encontraron síntomas de onda expansaiva de una deflagración por explosión, si bien tampoco podían precisar las causas del incendio.

El hecho de que hubiera ese revestimiento de poliuretano y los equipos electrónicos de música, hizo que el fuego se propagara con mucha facilidad. Cuando llegaron al lugar, poco tiempo después de recibir la alerta pasadas las cinco de la tarde, los dueños de la vivienda habían cerrado correctamente las puertas y ventanas del bajo con el fin de evitar que las llamas fueran incluso a más. Otras fuentes aseguran que el dueño de la vivienda, M.R.R. había entrado en el bajo y debido al frío de la tarde, justo cuando estaba cayendo una granizada, se dispuso a encender una estufa y sintió que algo había estallado y de inmediato comenzó el fuego. Es algo que todavía está por confirmar. Afortundamente no hubo que lamentar daños personales, solo daños materiales.