La construcción de la tercera fase del paseo marítimo de Domaio enfrenta desde hace meses al Concello con Portos de Galicia y en las últimas semanas al gobierno bipartito con el PP local. En esta situación el presidente de Portos, José Juan Durán, anuncia que acudirá mañana, miércoles 24 de abril, a esta parroquia para explicar a los vecinos, "con todos los detalles", el estado de las tramitaciones y por qué se encuentran paralizadas. El bipartito quiere ejecutar la obra por 100.000 euros y necesita el permiso de Portos. Presentó el proyecto hace un año y todavía no obtuvo el visto bueno.

El candidato a la Alcaldía por el PP, José Fervenza, asegura que Durán "destapará ás mentiras do goberno local", en alusión a las acusaciones de BNG y PSOE de "boicotear" esta obra en la reunión que Fervenza mantuvo con Durán y con la conselleira do Mar, Rosa Quintana.

La visita del presidente de Portos está fijada para las 20.00 horas y cita "a todos los vecinos de Domaio que quieran asistir" al local de jubilados de la parroquia. Fervenza espera que explique "por qué los dos bocetos presentados por el gobierno local no cumplen la normativa vial y suponen un peligro para los peatones". Insiste Fervenza en que no se presentó ante la Xunta un "verdadero proyecto técnico".

El proyecto inicial del Concello busca completar por su cuenta, tras años de espera de los vecinos por Portos, los 200 metros de paseo, entre el club de jubilados y el muelle, que restan por hacer. Incluye una zona de aparcamiento con 50 plazas. El añadido, por su parte, propone un paso de peatones de cinco metros de largo que partirá del final del paseo marítimo y lo conectará con una "zona peatonal preferente". Se separará físicamente de la zona de tráfico por unos pivotes de goma a ras de suelo y conectará con el tramo de acera ya construido en este cruce para finalizar en la propia carretera general.

La Asociación de Veciños Monte Faro pidió este fin de semana una reunión con Durán sobre este asunto y demandó a Xunta, bipartito y PP que firmen el convenio y dejen de usar el paso como arma electoral.