Con "sorpresa e malestar" recibió ayer Casimiro Martiñán las denuncias públicas de un grupo de vecinos de Coiro que lo acusan de tener paralizada la asociación Río Bouzós, que él preside desde hace siete años, y de no entregar la documentación que le fue requerida. El acusado asegura que ningún exdirectivo de Río Bouzós u otro vecino "se dirixiron nunca a min, nin polas boas nin polas malas" , con ese fin, aunque ya anuncia que no pondrá trabas para ello y que, en el plazo máximo de un mes y en consenso con los demandantes, fijará una fecha para formalizar la entrega.

El grupo de vecinos representado por Toñi Queimaño, Manuel Boubeta y Camilo Camaño asegura que el último requerimiento para normalizar la situación se produjo hace dos semanas a través de una carta certificada convocando a Martiñán a una reunión que tendría lugar el lunes, día 1 de abril, en el centro cultural de Coiro. Un hecho que Martiñán no cuestiona, pero asegura que la entrega de esa carta, "remitida a nome de Camilo Camaño", no se produjo porque sus obligaciones personales y laborales le obligan a estar todo el día fuera de casa y le han impedido ir a recogerla a Correos. Por lo tanto, desconoce su contenido y no se le puede acusar de actuar en consecuencia, insiste.

Con respecto a su negativa a "render contas" de su gestión al frente de la asociación Río Bouzós, Casimiro Martiñán hace autocrítica y reconoce que en la práctica no pudo contar con personas "idóneas" para acompañarlo en la directiva, que no se llegó a formalizar con los cargos que exigen los estatutos, y por lo tanto no llegó a estar operativa más allá de lo que él podía abarcar a título individual, como fue la defensa de los intereses vecinales durante las obras en el vial entre Avenida de Lugo y A Boubeta. No obstante, deja claro que en este tiempo no ha "tocado" los fondos económicos de la asociación "porque nunca tiven acceso a eles, xa que non teño firma delegada" y cualquier movimiento bancario debe hacerse con suficiente justificación y el aval de exdirectivos, entre los que cita a Camilo Camaño.

"Entregalo todo"

Martiñán asegura que su implicación en los colectivos vecinales, como la asociación Río Bouzós o la comisión de fiestas de San Salvador de Coiro, no le han traído más que problemas y disgustos personales y familiares, y por lo tanto quiere evitar "máis enfrontamentos" y está dispuesto "a entregalo todo", así como a colaborar con quienes cojan el relevo. Asegura que en un plazo máximo de 30 días tratará de acordar una fecha para poner el libro de actas y el resto de documentos en manos de los exdirectivos de Río Bouzós y vecinos que se quieran hacer cargo. Lo mismo quiere hacer con la comisión de fiestas, aunque las cargas económicas que pesan sobre ella por varios motivos lo complican y obligan a buscar "fórmulas" más complejas, apunta.