La Policía Judicial de la Guardia Civil prosigue la investigación del robo en la casa del jugador del Celta Emre Mor, en la zona de Broullón, en Moaña, que se perpetró el sábado cuando el delantero se encontraba en Balaídos, convocado para el importante partido contra el Villareal. Pendiente de la confirmación del jugador en su denuncia, en donde haga constar los objetos desaparecidos, el botín de los ladrones podría rondar los 70.000 euros, correspondientes, sobre todo, a relojes y joyas. Nada ha trescendido que se hubieran llevado dinero en metálico.

La casa en donde Emre Mor reside en Moaña desde el verano pasado, es una vivienda familiar de dos plantas,con fachada a la PO-313, que es la carretera entre Moaña y Marín, y la parte trasera se divisa desde el Corredor do Morrazo, en el tramo que ahora está obras, cerca del enlace de Moaña. Pese a ello en la zona no hay muchas viviendas y de las tres que están alrededor, una está deshabitada, por lo que el lugar ayudó a los ladrones, aunque la casa disponía de alarma y cámaras. Sin embargo todo apunta a que esa tarde, la alarma quedó desconectada y los ladrones actuaron sin problema. La vivienda quedó toda revuelta en busca del botín.

Fuentes consultadas y a falta de una versión oficial, aseguran que los ladrones entraron por una de las ventanas de la balconada superior. La vivenda tiene perro, pero no ha trascendido si los autores del robo tuvieron que hacer frente o no al animal.

En el vecindario poco se ha escuchado sobre el robo. Al jugador de origen turco Emre Mor se le suele ver entrando y saliendo de la casa con coches de alta gama, pero no mantiene mucha relación con el vecindario. Con el que sí tiene contacto es con su compañero celeste, el moañés Iago Aspas, que vive a solo unos metros e incluso habría vivido antes en esta misma casa de Emre Mor, en donde también lo hizo otro jugador del Celta, Drazic.

Atraco en Bueu

El robo en la vivienda del jugador sería el segundo en importancia en la comarca de O Morrazo, después del atraco perpetrado el pasado 12 de diciembre en una casa en Bon, en Bueu, por parte de dos encapuchados que amordazaron y maniataron a la familia que estaba en su interior: un matrimonio de unos 65 años, su hija y sus dos nietos, uno de ellos un bebé de meses. El asalto, en torno a las 21:30 horas, duró unos 45 minutos y los autores se fueron con un botín de dinero en efectivo, tarjetas y objetos de valor. Por parte de la investigación, no ha trascendido que hubiera detenciones.