La base CoastSnap instalada por investigadoras de la Universidade de Vigo (UVigo) en Agrelo cumple un mes, en el que ya se han tomado 150 fotografías para analizar la evolución de este arenal. Es todavía temprano para sacar las primeras conclusiones, pero se estima que en un plazo de entre tres y seis meses se podrán formular las primeras conclusiones. El objetivo de esta iniciativa es analizar los cambios en la línea de costa debido al impacto de fenómenos como los temporales o tormentas, así como la posterior recuperación.

El punto CoastSnap Agrelo está situado en el extremo sur de este arenal, en el acceso que une Loureiro y la propia playa de Agrelo. Básicamente consiste en una base en la que cualquier persona puede tomar una fotografía con su dispositivo móvil, siguiendo las instrucciones que se detallan en un panel, y enviarla al equipo de investigación de la UVigo. La iniciativa CoastSnap parte originalmente de los investigadores Mitch Harley de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Sidney (Australia) y Elena Sánchez García, de la Universidad Politécnica de Valencia. "Fue instalado hace alrededor de un año en dos playas de Sidney y posteriormente empecé a colaborar con ellos y colocamos dos bases en Cíes", explica desde la UVigo Rita González. La última incorporación ha sido la de Agrelo, con poco más de un mes en activo, aunque la investigadora avanza que se prevén tres nuevas bases en el litoral gallego. Estarán en A Lanzada (O Grove), Area Maior (Muros) y As Furnas (Porto do Son).

El punto instalado en Agrelo ha registrado una importante actividad durante esta semana. Hasta la fecha se han recibido unas 150 imágenes, 100 de ellas tomadas por "coastsnapers" y el resto por los propios investigadores. Esas fotos se pueden enviar a la universidad de diversos modos, siempre indicando la fecha y hora en la que se tomaron: a través de las redes sociales con el hahtag #CoastSnapAgrelo o bien a través del correo electrónico coast.snap@uvigo.es. "Por ahora, con solo un mes de imágenes es pronto para sacar resultados. En cuanto tengamos una serie temporal mayor, de unos tres a seis meses, podremos sacar las primeras hipótesis sobre el estado de la playa y su respuesta frente a las condiciones externas", explica Rita González. Con esas primeras 150 imágenes se ha elaborado ya un "timelapse" o video con todas esas fotografías, que se puede ver en el perfil de Facebook.

La red CoastSnap está está implementado en países como Portugal, Brasil, Reino Unido o Fiji, entre otros lugares del planeta. El objetivo es vigilar las playas de manera constante y dinámica, a través de medios remotos y gracias a la colaboración de los ciudadanos. "Así se detectan cambios en la línea de costa y en la morfología de la playa debido al impacto de tormentas que producen erosión en la costa, así como su posterior recuperación, de haberla", ilustra Rita González. De esta manera las fotografías que realicen vecinos y visitantes se convierten una herramienta de "apoyo y gestión para la conservación" de estos espacios naturales.

El estudio de las alteraciones en la línea litoral es uno de los objetivos de la red CoastSnap, pero no el único. La posibilidad de cualquier persona de tomar fotografías y enviarlas al grupo de investigación es una forma de involucrar a la sociedad en todo este proceso. "Es una forma de concienciar sobre lo importantes que son los arenales, no solo como espacios de ocio, sino que son ambientes dinámicos, que responden a los cambios de las condiciones ambientales de forma constante y que tienen que ser protegidos porque actúan como barreras naturales frente a los riesgos asociados a los temporales marinos", recalca Rita González.

Agrelo forma parte de otro proyecto, esta vez financiado por la Xunta de Galicia, llamado ReCost. En este caso se trata de estudiar la resiliencia de la costa frente al cambio climático. La playa bueuesa es una de las cinco zonas elegidas en la comunidad dentro de un proyecto piloto para analizar la capacidad de adaptación del litoral frente a fenómenos extremos dentro de un contexto marcado por el cambio climático. La elección de estos cinco arenales intenta abarcar diferentes ambientes costeros (playas urbanas, con dunas, con lagunas?) y con distintas orientaciones y grados de exposición.

"El objetivo final es establecer el grado de resiliencia de la costa en función del impacto del evento extremo considerando las características de la costa. Esto permitirá predecir futuros impactos ante otros fenómenos extremos", concluye Rita González desde la Universidade de Vigo.