El pleno de Moaña de febrero transcurrió con tensión preelectoral. Sin embargo, la gran sorpresa llegó en el último punto, cuando todos los grupos aprobaron una moción del BNG de apoyo a la huelga feminista del 8 de marzo. El PP local votó a favor también, pese a las duras acusaciones que el texto de la moción y su punto de acuerdo realizan contra la Xunta. Previamente la popular Rosa Solla manifestó no estar de acuerdo con todo el contenido.

La propuesta de acuerdo manifiesta su "desaprobación á Xunta por ter actuado de forma incorrecta vulnerando o dereito fundamental de folga diante do 8 de marzo de 2018" y acusa al ejecutivo gallego de no rectificar en políticas "que contribúen á permanencia da desigualdade". El resto del texto, que defendió María Ortega, está trufado de acusaciones como la que asegura que la Xunta no tiene voluntad "para eliminar o patriarcado".

Marta Freire

En la moción del PP que pedía la comparecencia de la alcaldesa por el "abandono" del área de Servizos y la destitución de la edil del área Marta Freire, sin embargo, el gobierno bipartito (BNG-PSOE) sí que votó unido para rechazarla. También rechazaron la moción del PP pidiendo la dimisión de la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, por el "enchufe" de su cuñada. Freire pidió al grupo de oposición que si tenía pruebas las presentase en un juzgado.