La visita del obispo auxiliar de Santiago de Compostela, Jesús Fernández González, a Cangas no sirvió para que la Iglesia explicara su postura respecto a los vestigios franquistas que presiden la fachada sur de la excolegiata de la villa, pero sí para conocer por boca del alcalde Xosé Manuel Pazos que el Concello había rechazado ya las alegaciones presentadas por el Arzobispado al requerimiento realizado desde la Alcaldía para que se procediera a retirar los citados vestigios franquistas.

El alcalde, igual que el obispo auxiliar, fue invitado a los actos del quinto aniversario de la Cofradía del Cristo Resucitado. Pero el regidor no asistió a la ceremonia religiosa y en el posterior acto la distancia entre uno y otro era grande, así que tampoco tuvieron tiempo para hablar de la polémica cuestión.

Así las cosas, lo más probable es que la Alcaldía comunique mañana al párroco de Cangas, Severo Lobato, y al Arzobispado de Santiago de Compostela que sus alegaciones fueron rechazadas y se les invitará a que procedan en la manera que consideren más oportuna a retirar de la fachada sur de la ex colegiata los símbolos franquistas, donde aparece una placa de los "caídos por la patria" pero solo del bando nacional, al socaire de una cruz, que en la actualidad está pintada. También permanece pintado en la fachada principal del templo el número del diablo el 666. De resistirse a hacerlo, el alcalde ya adelantó que sería el Concello quien contrataría a una empresa especializada para que los llevara a cabo y que después pasaría los gastos a la Iglesia, concretamente al Arzobispado de Santiago de Compostela, a cuya diócesis pertenece la parroquia de Cangas. Lo que quiere el alcalde es agilizar la burocracia administrativa de este procedimiento, por lo que cabe suponer que el Concello de Cangas ya cuenta con el informe preceptivo y favorable de Patrimonio, de lo contrario otra vez el caso lo enredaría la burocracia administrativa autonómica. También recuerda que el Obispado de Vigo-Tui sí permitió la retirada de símbolos franquistas en iglesias. El Arzobispado de Santiago de Compostela basó siempre su defensa en que la ley de la Memoria Histórica no impedía esta simbología en lugares privados y la ex colegiata es una propiedad de la Iglesia. Contra esta aseveración, el gobierno local de Cangas señala que aunque los símbolos están en un bien de titularidad privada se muestran en un espacio público.

Las cartas remitidas por el Concello de Cangas y por la Asociación de la Memoria Histórica 28 de agosto remitieron al Papa Francisco I no surtieron el efecto esperado. No hay que olvidar en esta lucha la intensa labor realizada por el colectivo Memoria Histórica 28 de Agosto.

De momento se desconoce si el gobierno local entró en contacto con los familiares de las personas que aparecen en la placa de la ex colegiata. El gobierno había hablado en su momento de ofrecerles la oportunidad para que pudieran recoger sus nombres escritos en bronce. Esta labor también la había sugerido el Arzobispado de Santiago de Compostela con el fin de que la retirada de los vestigos fuera lo menos traumática posible.