Un hombre de 74 años de edad fue rescatado ayer por efectivos de la Policía Local de Bueu, Bombeiros do Morrazo y del 061 después de haber sufrido una caída desde una altura de entre tres y cuatro metros hasta una finca situada en las inmediaciones de su vivienda. El suceso se produjo pasadas las 12.30 horas de ayer cuando el hombre, vecino de A Carrasqueira (Bueu) y con las iniciales B.A.D., abandonó la casa familiar. Al no encontrarlo por la zona sus allegados dieron la voz de alarma y se organizó un dispositivo de búsqueda. La patrulla de la Policía Local buenense peinó la zona sin hallar pistas sobre el paradero del hombre, mientras que familiares y amigos hicieron lo propio.

Fue un vecino el que a las 13.10 localizó al hombre tirado en una parcela situada por detrás de la antigua nave de Talleres caldas, a apenas 20 metros de su casa pero en un nivel inferior a la carretera y con escasa visibilidad. De este modo, se avisó a los agentes de la aparición del hombre mientras el 061 se personaba en el lugar para auxiliarlo. Sin embargo, la finca se encontraba en un lugar de difícil acceso por lo que desde el 112 se solicitó la colaboración tanto de Bombeiros do Morrazo como de la Policía Local de Bueu para las tareas de rescate.

El hombre tuvo que ser trasladado primero a otra punta de la finca donde el desnivel con la carretera era menor, de unos dos metros, y así facilitar su recogida. Para hacerlo los Bombeiros tuvieron que desplegar una escalera y varias roldanas para poder acceder y subir al accidentado. Además, hubo que recurrir a una camilla especial de rescate, más cerrada para evitar movimientos de la persona trasladada, y a ella se le acopló la habitual del 061. Una vez se aseguró al accidentado se procedió a izarlo en una operación en la que participaron todos los implicados.

Los sanitarios procedieron a estabilizar al hombre, que permaneció consciente en todo momento, si bien se quejaba de dolor en las piernas. Afortunadamente la caída se produjo en una finca con vegetación y una superficie relativamente blanda, lo que, sin duda, pudo amortiguar el golpe recibido. En todo caso se procedió a colocarle un collarín y a trasladarlo a un centro hospitalario en donde realizarle un chequeo más exhaustivo de su estado de salud a fin de comprobar la existencia de alguna posible fractura.