El belén de Francisco Martínez, en la calle Berbetaña de Cangas, abrió ayer sus puertas y recibió la visita de los primeros vecinos. Se trata del belén más conocido de la comarca y que se monta desde 1951, cuando Francisco Martínez inició la tarea. Desde hace casi 30 años su hijo, con el mismo nombre, se encargó de seguir la tradición familiar. Este año apostó por un nacimiento "más clásico" pero con elementos tan destacados como una lengua de mar que se abre bajo un acantilado "con barcos que llegan a una zona de playa. Llevaba años dándole vueltas a este escenario. Es la segunda vez que construyo un mar en el belén, la anterior fue en 2013", explica el autor del nacimiento.

Este año comenzó la construcción a principios de noviembre. Se muestra especialmente orgulloso de "una pequeña cascada de agua debajo de un castillo bonito, que es una pieza muy antigua que rescaté y la adapté a la escena de este año". Todo el belén que ocupa el bajo de la casa cuenta esta Navidad con unas 300 figuras, "son menos que en otras ocasiones, porque la acción está concentrada en el centro". En la lejanía se pueden divisar dos pueblos y diversas cuevas. En una de ellas aparece la Sagrada Familia.

Muchas de las figuras tienen décadas y un buen número fueron confeccionadas por el propio Francisco Martínez, que a sus 51 años explica que para que el belén siga siendo una realidad "pronto tendrá que haber un relevo, porque es un trabajo muy grande".

Apunta a que la escena que construyó este año, con mucho verde, destaca por el contraste entre las zonas más altas y las planas. El juego de luces siempre es uno de los apartados más atractivos de este pesebre. En esta ocasión el ciclo del día y la noche, con todos los tonos de luz intermedios, dura unos 2,5 minutos "pensado para que los días con más afluencia, todos puedan ver un día completo en poco tiempo", desvela.

El belén de Francisco Martínez estará abierto hasta el próximo 6 de enero, el Día de Reyes, y se puede visitar entre las 17.00 y las 20.30 horas cada tarde.